Abascal acusó a Casado de haber elegido la confrontación. (Captura: UN/ElMundo)

Ni Abascal ni Iglesias pueden convertir España en un manicomio político

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El ataque de Abascal al Partido Popular

En declaraciones a El Mundo  (el domingo 17), en la portada de gran tabloide que elige el periódico para ese día, Santiago Abascal, líder de Vox, el partido de la extrema derecha, fue duro y tajante contra el Partido Popular (el partido de centro derecha en España que es la extensión en nuestro país del Partido Popular Europeo, PPE, primera fuerza en la Unión Europea). 



En sus declaraciones a Álvaro Carvajal y Fernando Lázaro, Abascal no dudó en criticar con fuerza al Partido Popular por estar del lado de la "confrontación política" afirmando que "si la verdad crispa, bienvenida sea la crispación".

Afirmó además que "ellos (en referecia al Partido Popular) se están dirigiendo a no sabemos muy bien quién y nosotros a españoles que claramente quieren una alternativa total y completa al Frente Popular".

De nuevo Abascal no sólo no dijo la verdad sino que tergiversó la realidad (en un proceso muy parecido al que vivió Trump al instalarse en una realidad inventada). Abascal ha buscado votos en diferentes caladeros de ambientes rurales y urbanos, de personas sin estudios universitarios o personas de alta formación.

Pero fundamentalmente ha tratado de buscar el voto femenino y ha querido, en su estrategia de marketing, acaparar el voto católico, de ultracatólicos o de organizaciones católicas de alta reputación. Paradójicamente, como ha hecho Bildu en el País Vasco, Abascal ha querido extender Vox entre miembros del Opus Dei

Es evidente que la estrategia que pretende hacer Abascal con miembros del Opus Dei es responsabilidad suya y no de la Obra.

Vox busca en la actualidad una estrecha relación con Georgia Meloni, líder del partido conservador italiano Fratelli d’Italia; Marine Le Pen en Francia y Viktor Orban en Hungría. El líder de Vox niega que exista hoy la derecha o la izquierda señalando que se ha abierto una batalla entre globalistas y anti globalistas, entre patriotas y federalistas.

Azuzado por La Moncloa como el retorno de la derecha más reaccionaria (la caverna profunda), y alimentado por el fuerte sentimiento antisanchista y la leyenda urbana que humilló y derribó a Mariano Rajoy, Vox ha roto el proyecto del Partido Popular en España. Si no hay una reflexión de sus votantes y un regreso a la moderación, el mantenimiento de la extrema derecha como partido euroescéptico es pésima noticia para España y Europa porque nunca será una alternativa democrática de gobierno.

Especialmente para el voto católico que sostiene en buena parte a Vox debería ser motivo de muy seria reflexión y de retorno a la participación, regeneración y fortalecimiento del único partido de centro derecha (el PP) que es clave para España y Europa

Los insultos de Iglesias a los exiliados de la República

Sin ningún tipo de pudor, el vicepresidente segundo del Gobierno, y líder de Podemos, el partido de extrema izquierda, faltó al respeto, insultó y mostró su talante más cruel al insultar a los exiliados españoles de la II Republica.



En una entrevista en Salvados, en La Sexta, el domingo 18, en respuesta a las preguntas de Gonzo, Pablo Iglesias comparó a los exiliados españoles con la situación del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia tras la intentona frustrada de declarar de forma unilateral la independencia de Cataluña de España.

Puigdemont es responsable de los delitos de sedición y malversación (robo) de fondos públicos. Por estos delitos está imputado y será condenado si regresa a España (independientemente de que puede posteriormente ser indultado y tenga que elegir entre residir en Cataluña o irse a vivir por decisión propia al extranjero).

Con esta comparación, Pablo Iglesias debería haber sido cesado y expulsado del Gobierno de coalición. El líder de Podemos está desvelando debates secretos del Consejo de Ministros y enfrentándose de manera continuada al ala socialdemócrata del Gobierno que lideran tanto Margarita Robles como Nadia Calviño, ministras de Defensa y Economía. En sus declaraciones en La Sexta, se burló e insultó a sus propios compañeros del Consejo de Ministros. Tachó a los ministros económicos del PSOE de "lagartos extraterrestres al servicio de la derecha empresarial y mediática".

Son realmente inaceptables las calumnias y difamaciones de Iglesias de quienes dolorosamente, tras la victoria del franquismo en la Guerra Civil, tuvieron que exiliarse de España para salvar su vida de la represión. Pedro Sánchez no debería aceptar la comparación de los exiliados republicanos con el expresidente de la Generalitat prófugo.

Resulta realmente sorprendente que quien se ufana de ser el defensor de la causa republicana, la haya despreciado e insultado de la peor forma posible.

Tanto los partidos políticos como los votantes están llamados a la máxima seriedad, rigor, moderación y servicio a los intereses generales. Bajar los brazos ante los exabruptos de la extrema derecha (Vox) y la extrema izquieda (Podemos) nos encamina hacia un manicomio político. Alemania, el país que lo sufrió, contempla esta situación con verdadera inquietud. La misma que se vive por Ursula von del Leyen al frente de la Comisión Europea.
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