El acoso escolar, la asignatura pendiente. (Foto: Envato)

El acoso escolar, una gran preocupación para toda España

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El acoso escolar es una asignatura pendiente. El miedo, la desinformación y aquella famosa frase de “son cosas de niños” lo mantuvieron en silencio durante años, pero ahora todo ha cambiado. 

Las consecuencias que puede dejar el acoso escolar son gravísimas. Así lo advierte la presidenta de la asociación No al Acoso Escolar (Nace), Carmen Cabestany. En sus más de 25 años como docente ha visto como cada vez parecen ser más y más graves los casos. "Lo realmente preocupante es que es un acoso mucho más sibilino, retorcido y peligroso", opina. 

La violencia en el ámbito escolar es una realidad para 246 millones de niños y adolescentes, apunta la Unesco. De hecho, y según datos de la última Encuesta Mundial de Salud a Escolares de la OMS (2018), uno de cada tres jóvenes sufre acoso en la escuela. Cifras que no sorprenden a los docentes, quienes, aunque reconocen que "ha existido toda la vida", también observan que se ha vuelto más duro en los últimos años. 

"Internet y las redes sociales lo han masificado", explicó a RTVE la profesora y coordinadora de la Asociación Anti Bullying Sanlúcar (Absa), Menchu Sales. "Ahora el acoso llega también fuera del colegio y se convierte en una auténtica pesadilla", insiste. Los insultos, el aislamiento y los bulos son algunas de las formas de maltrato más habituales. Un bullying psicológico que "no deja huella" y es más difícil de descubrir.  
Uno de esos casos de acoso salió a la luz la pasada semana. Se trataba de un niño de Mallorca, Izan, que sufrió insultos en el día de su 11 cumpleaños por parte de sus compañeros. La denuncia del hermano de la víctima con un vídeo en redes sociales atrajo incluso el interés de personajes públicos que se solidarizaron con el niño. 


Aunque no existe uno a nivel nacional, cada comunidad autónoma cuenta en España con un protocolo de actuación ante el acoso escolar que deben seguir las escuelas. Sin embargo, tanto las familias como los estudiantes y los profesores alertan de que, en demasiadas ocasiones, no son lo suficientemente eficaces. Según el III Informe de la Fundación ANAR, los alumnos perciben que casi la mitad de los casos permanecen sin solución (47,8%). 

Entre los motivos de este fracaso podría encontrarse el miedo de los centros a perder prestigio -y alumnos-, sobre todo si se trata de colegios concertados, aporta Sales. También podría influir la precaria formación que se ofrece a los pedagogos en esta área, lo que les impide detectar los abusos, darle la importancia que merecen y actuar adecuadamente. "Solo en mis últimos 10 años como profesora he sabido reconocer el acoso", explicó Cabestany.  
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