Acoso e insultos a la Policía y Guardia Civil en la huelga general de Cataluña

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La huelga convocada por los centrales sindicales minoritarias y organizaciones vinculadas a la CUP comenzó en la madrugada del martes de la forma más violenta. Acosando y cercando varias dependencias de la Guardia Civil y Policía Nacional en Cataluña.

De esta manera, centenares de personas rodearon las dependencias que tiene la Guardia Civil en la Travessera de Gracia, en Barcelona. Los manifestantes, principalmente jóvenes próximos a Arran, organización juvenil próxima a la CUP, dedicaron todo tipo de insultos y amenazas contra los agentes. 

El escrache llegó, incluso, a la jefatura superior de policía de Barcelona, donde unos 300 activistas rodearon el edificio coreando consignas contra la actuación policial del domingo.

En otros puntos de Cataluña se sucedieron episodios de acoso a las fuerzas de seguridad el estado, expulsándolos en algunas ocasiones de los hoteles donde se alojaban, alegando presiones a la empresa y sus trabajadores por parte de activistas concentrados frente a los hoteles o bien amenazas a los empresarios, como no concederles licencias en trámite para reformar sus establecimientos.

Alrededor de las 14.00 horas de este martes, le Generalitat cifró en un 70% el seguimiento del paro en la administración catalana, en un 75% en los servicios de Salud y en un 100% el paro en universidades y puertos. La repercusión en el pequeño comercio está siendo muy importante, con la mayoría de los comercios cerrados, mientras que los establecimientos de cadenas de distribución y multinacionales están abiertos.
 
La protesta se convocó para mostrar el rechazo por las detenciones y registros policiales llevados a cabo para evitar el referéndum del 1 de octubre, pero las cargas policiales del domingo por parte de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, que se saldaron con 893 ciudadanos heridos, dos de ellos graves, y más de 400 agentes heridos, han hecho que la protesta se enfoque ahora a condenar esa actuación policial.

La actitud de los manifestantes coincide en plenitud con las declaraciones del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que en la mañana del martes exigía la salida inmediata de Cataluña de las fuerzas que la Guardia Civil y la Policía Nacional trasladó a Cataluña para evitar la celebración del referéndum ilegal.
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