Barcelona, una matanza en La Rambla que exige el fin de las frivolidades

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
"Me traslado ya a Barcelona. Máxima coordinación para detener a los autores, reforzar la seguridad y atender a todos los afectados. Unidad", primer tuit de Mariano Rajoy.

Inmediatamente después escribió un segundo mensaje: "Los terroristas nunca derrotarán a un pueblo unido que ama la libertad frente a la barbarie. Toda España está con las víctimas y familias".

"Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos", el tuit de la Casa de Su Majestad el Rey, la declaración de Felipe VI ante la matanza terrorista en Barcelona.



Barcelona se ha convertido en una de las ciudades de mayor atractivo turístico del mundo. La matanza en La Rambla (Las Ramblas) supuso un ataque salvaje que pretende su destrucción como ciudad solidaria, abierta y libre. 

El atentado se produce en el momento del debate sobre las funciones de la policía autonómica y el modelo turístico que conviene a la ciudad. Como primera lectura, la brutal matanza recuerda la trascendencia de una efectiva coordinación policial y lo absurdo de la polémica sobre sus deberes constitucionales.

Abrir dudas sobre a qué autoridades deben obeder las policías es, simplemente, un pésimo servicio a los ciudadanos y una peligros quiebra en la seguridad. Los Mossos de Esquadra, como policía integral de Cataluña, necesita contar con todos los medios de coordinación internacional para combatir la lacra del terrorismo yihadista. Pero la coordinación no será posible si se azuzan otros debates.

La matanza en Barcelona se produce días después de pintadas y llamadas contra los extranjeros y turistas. Atención a la seria llamada que supone a la frivolidad y la irresponsabilidad.

Tres días de luto oficial y dolor. Mariano Rajoy se desplazó en la noche del jueves a Cataluña para coordinar la respuesta al atentado terrorista. Junto al presidente han viajado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Antes de viajar a Barcelona, Mariano Rajoy mantuvo una primera conversación con Carles Puigdemont, el presidente de la Generalitat. También se puso en contacto con Pedro Sánchez, secretario general del PSOE; Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos; y Albert Rivera, presidente de Ciudadanos.

La unidad de los partidos políticos se pudo visualizar en una declaración institucional del Congreso, consensuada por todos los grupos parlamentarios. 

Un momento de dolor, prudencia pero también de exigencia y de enorme responsabilidad. Barcelona, una matanza en La Rambla que exige el fin de las frivolidades.


 
Compartir en: