Boris Johnson implica a Isabel II para apagar la voz de los Comunes

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Todas las incógnitas en torno al Brexit llegaron a su nudo gordiano con Londres en vilo ante la hoja de ruta desvelada de forma abrupta (pero temida) por Boris Johnson.



Pedirá a la reina Isabel II que suspenda el Parlamento el lunes 14 de octubre. En esa fecha presentará el nuevo programa de gobierno para la próxima legislatura. Sin duda quiere impedir a los diputados tener tiempo suficiente para intentar evitar que se produzca un Brexit sin acuerdo. Intenta evitar cualquier votación sobre el Brexit que le deje en minoría.



“Necesitamos continuar con nuestra agenda nacional y es por eso que estamos anunciando un discurso de la reina para el 14 de octubre”, amunció Boris Johnson. “Habrá tiempo suficiente en ambos lados de esa crucial cumbre del 17 de octubre (de líderes de la Unión Europea), tiempo suficiente en el Parlamento para que los parlamentarios debatan sobre la Unión Europea, para debatir sobre el Brexit y todos los demás temas, tiempo suficiente”, insistió contestando a la oposición..

El plan del primer ministro es drástico: poner fin al periodo de sesiones del actual Parlamento. Quedaría suspendido, y sin actividad por tanto, hasta que la reina Isabel II presida el próximo 14 de octubre la ceremonia formal de apertura de un nuevo periodo. Atención a los límites de tiempo. Quedarían en ese momento 15 días antes de la fecha definitiva del Brexit, el 31 de octubre.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, aseguró que la decisión “pasará a la historia como un día negro para la democracia del Reino Unido”. El presidente de la Cámara de los Comunes, el laborista John Bercow, calificó el plan de “atrocidad constitucional”.

En el último momento el escenario del Brexit se convirtió en especialmente crítico:

- Pueden estar en peligros los históricos acuerdos de pacificación del Ulster, Irlanda del Norte. Una crisis entre Irlanda y Reino Unido pondrá a prueba a la Unión Europea.

- Se camina al filo de la navaja en el escenario de la crisis institucional.

- Abrir un pulso con la Comisión Europea buscando un Brexit a las bravas se convertiría en una irresponsabilidad política y económica.

- La libra esterlina y el Banco de Inglaterra ante una inmersión en la ansiedad.

- IAG y el resto aerolíneas -uno de los sectores más sensibles al Brexit- bajo el temor al escenario salvaje; con caídas que se acercan a mínimos desde el inicio de 2017.

El Reino Unido, en el filo de una crisis política de enormes dimensiones. Apagar la voz de los Comunes en un momento tan crucial se convierte en la estrategia más peligrosa.
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