Jueves, 14 de marzo de 2024

Carlos Herrera destacó la entereza del juez Manuel Marchena

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Punto final a sesiones de gran trascendencia. El juicio por el procés quedó visto para sentencia. Durante cuatro meses, el Tribunal Supremo escuchó a 422 testigos, estuvo atento al análisis de peritos y visionó decenas de vídeos.

En la sala, cada día, han estado siete magistrados, doce acusados, cuatro fiscales, veinte abogados defensores, dos abogadas del Estado y dos letrados de la acusación popular representada por Vox. Desde el 12 de febrero al 12 de junio.

Manuel Marchena, nacido en Las Palmas de Gran Canariamagistrado del Tribunal Supremo desde 2007 y presidente de la Sala Segunda desde noviembre de 2014, es el encargado de redactar la sentencia. Va a trabajar intensamente en las matizaciones para buscar una sentencia que tenga el apoyo unánime. Muy posiblemente se conozca a comienzos de octubre. Manuel Marchena, el juez con nervios de acero, en primera linéa durante cuatro meses.



El análisis de Carlos Herrera

Carlos Herrera en la cadena COPE, en el programa Herrera en COPE, subrayó salta la entereza del juez Manuel Marchena durante el "juicio penal más importante de la democracia"

“Siete magistrados, siete hombres  y mujeres sin piedad, en teoría, están conminados a redactar la sentencia más importante de las últimas décadas. Me atrevo a decir que el juicio penal más importante de la democracia, por el grave ataque a la Constitución. El más grave desde el 23F que, a diferencia de ese que fue perpetrado por militarotes mal organizados entre sí, ha estado organizado desde las entrañas de la administración de las cosas. Así surgieron las personas que se sentaron en el banquillo de los acusados. Los que habían preparado un cambio de legalidad y de paisaje administrativo, obrado desde la ilegalidad".

En su análisis, Carlos Herrera destacó el contrapunto positivo a todo este proceso.

"Bueno, el juicio ha servido, o estos días siguen sirviendo, para que se retome la confianza en la justicia española por lo que podemos considerar un trabajo modélico. Sobre todo, el encabezado por Manuel Marchena, que durante estos meses ha hecho un ejercicio de serenidad, solvencia, paciencia y elegancia cuando ha sido necesario. Sobre todo se ha demostrado único, ágil escurridizo para evitar trampas que las defensas de los acusados le han ido poniendo cada día para presentarse en el Tribunal Europeo de Estrasburgo de Derechos Humanos. Trampas para osos, pero la verdad es que ha dado grandes lecciones de derecho procesal sin salirse de su sitio". 

Asimismo, se ha referido a la forma en que, supuestamente, debe acabar todo este proceso, y ha expuesto una posibilidad que muchos desconocen. "Miren, un juico desvela los hechos... las fases periciales, las testificales, y las documentales para eso están. Después de esto, aplica los códigos correspondientes. Ahora quienes se sientan ahí a deliberar deben llegar a un acuerdo unánime y llegar a una ponencia de una sentencia comprensible, que entendamos la dimensión, ya que damos por hecho que va a ser condenatoria. Pero tenemos que esperar para ver en qué grado y ver de qué manera esa sentencia pueda ser una vía para que desde el Congreso se establezca una reforma penal. Algo que unos juristas manejan como posible antes que el indulto, es decir, que los partidos mayoritarios en el Congreso promuevan una reforma del código penal, y que recalifique la pena de rebelión para que se aplique, si así procede, y se evite un indulto".
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