Salvador Illa, la gran apuesta que diseñó Iván Redondo para Cataluña. (Foto: Onda Cero)

Carolina Darias en Sanidad, Iceta ministro, e Illa en lucha por la Generalitat

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Desde el mes de agosto el rumor era fuerte y consistente. Finalmente se confirmó (ver en Hechos de Hoy¿Salvador Illa al frente de una alianza de PSC, PP y Ciudadanos?).

Definitivamente, Salvador Illa será la gran apuesta de La Moncloa -un plan inicial de Iván Redondo- para suceder a Miquel Iceta al frente del PSC. Su confirmación se produjo en un miércoles 30 de diciembre volcánico, al filo del final de un 2020 dramático:

1. Se perfila una remodelación de Gobierno (que no crisis) con Carolina Darías asumiendo la cartera de Sanidad y Miquel Iceta entrando en el Gobierno como un ministro catalán al frente de Política Territorial y Función Pública.

2. Lorena Roldán, la mano derecha de Inés Arrimadas, dejó Ciudadanos para fichar por el Partido Popular y firmar tándem con Alejandro Fernández, presidente regional del partido. Una muestra de la apuesta de Cuca Gamarra porque el PP sea el partido de centro derecha que se convierta en la casa común del constitucionalismo ante las próximas elecciones en Cataluña.

3. La elección de Salvador Illa, licenciado en Filosofía, muestra que inicialmente el PSOE aboga por la alianza entre PSC y los comunes, que excluya a ERC, tras las elecciones catalanas previstas para el 14 de febrero. Se quiere repicar el modelo de gobierno progresista en La Moncloa y de gestión municipal en el Ayuntamiento de Barcelona.

Este primer movimiento de piezas apunta a que Salvador Illa va a buscar ser la fuerza más votada para formar un gobierno transversal o de agrupación de electores de diferentes sensibilidades. Quiere entrar en  el caladero del voto catalán pactista y no independentista.

Excluye por tanto a Esquerra Republicana (ERC) porque priorizan la independencia de Catañuña. Salvador Illa ya ha subrayado que los socialistas no comparten el plan de ERC porque "es negativo para los catalanes y los españoles".

Atención a primeros cambios de fondo ante una batalla política de enorme imortancia que marcará la legslatura nada más comenzar 2021. Máximo clima de suspense. Morbo y alta incertidumbre.
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