Corea del Norte y Estados Unidos, un cruce de golpes que desata ansiedad

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Corea del Norte ha considerado definitivamente las palabras de Donald Trump como una declaración de guerra. El presidente de Estados Unidos amplia el veto migratorio a Corea del Norte, Chad y dirigentes chavistas.



Finalmente, el escenario de cuce de golpes permanente entre Corea del Norte y Estados Unidos ha impactado en Japón. El primer ministro, Shinzo Abe, decidió disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas.

Temor en Nueva York, Tokio y las Bolsas de Europa a que del cruce dialéctico se pase a un choque directo. Los analistas políticos y económicos en Tokio advierten del escenario peligroso de volar todos los puentes de diálogo y de anular la diplomacia secreta. Se puede abrir una crisis geopolítica muy dañina y una catástrofe humanitaria en Asia Pacífico.

El sábado 23, los bombarderos estadounidenses (los bombarderos estratégicos B-1B Lancer y los cazas que Estados Unidos había mandado a sus bases en las islas de Guam y Okinawa) volaron en la frontera de Corea del Norte.

En Nueva York, el ministro de Exteriores de Corea del NorteRi Yong-un, lo consideró una ”declaración de guerra". Defendió el derecho a atacar a los aviones de guerra estadounidenses incluso fuera del espacio aéreo norcoreano.

Donald Trump está actuando de forma totalmente diferente de Barack Obama frente a Kim Jong-un. Es una estrategia de alto riesgo. Día a día mantiene su pulso que agiganta incluso en Twitter, su escenario preferido.

"No se puede aceptar que esa banda criminal se arme con misiles nucleares; tenemos una gran paciencia, pero si no vemos obligados a defendernos o defender a nuestros aliados, no tendremos otra opción que destruir completamente a Corea del Norte. El hombre cohete está en misión suicida consigo mismo", fue su acusación en la Asamblea General de Naciones Unidas.

Ha ordenado estrangular la economía de Corea del Norte con más sanciones. Y elevó la presión con bombarderos  B-1B, con capacidad nuclear, y cazas F-15C. Washington y Pyongyang están al límite. Japón y Corea del Sur están viviendo una crisis sin contención. Los mercados están avisando de límites cada vez más peligrosos.
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