Dijsselbloem en el alambre y dimisión de Larena en tensiones en Banco Popular
En el estreno de abril en el IBEX 35, arrancando el segundo trimestre de 2017, de nuevo las notas negativas internacionales de la impotencia ante el nuevo terrorismo exportado desde los conflictos de Siria e Irak, con efecto llamada, lobos solitarios, pero también exguerrilleros de retorno. La matanza en el metro de San Petersburgo reunió todos estos factores.
Pesó en el marco general de un IBEX 35 que cerró en rojo, - 1,32% y 10.325,30 puntos. Prima de riesgo en 132 y bono a 10 años en 1,61%.
En las notas económicas, el foco sobre Banco Popular y su larga crisis. La entidad ajustó las cuentas de 2016 y rebajó su ratio de capital al 11,8. Sufrió un desplome de un 10% en su mayor caída en Bolsa en 9 meses. Como colofón, vivió en la misma jornada la dimisión de su CEO.
El consejero delegado no habría aceptado el desembarco de Miguel Escrig. Fue un pulso entre presidente y CEO. El Banco Popular comunicó el final de la gestión de Pedro Larena en un hecho relevante a la CNMV. Desempeñará sus funciones hasta que el consejo nombre a su sucesor
Era un conflicto latente, de forcejeo de poder y de competencias, que finalmente estalló. El presidente Emilio Saracho había incorporado a Miguel Escrig, exdirector financiero de Telefónica, como adjunto al presidente, controller y número dos.
En las notas económicas y políticas, dos cuestiones también importantes en el ámbito de la Unión Europea y sus dos instituciones claves, la Comisión Europea y el Eurogrupo.
La Comisión Europea pidió al Gobierno de Theresa May que rebaje su tono sobre Gibraltar. España, en el grupo de la primera velocidad, ha actuado con prudencia en el arranque de la negociación del Brexit frente a los errores de Theresa May y del Partido Conservador, los tories. Frme apoyo de la Comisión Europea a España.
En la segunda cuestión importante, el futuro del Eurogrupo y las incertidumbres sobre su Presidencia.
Las polémicas declaraciones de Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, sobre la solidaridad Norte-Sur siguen en ebullición. Por primera vez los líderes de todos los grupos políticos del Parlamento Europeo han pedido su dimisión. Dieron este paso tanto por sus comentarios ofensivos como por negarse a comparecer ante el Parlamento Europeo con la torpe excusa de una agenda trepidante. Su posición política es delicada y está en la cuerda floja.
Pesó en el marco general de un IBEX 35 que cerró en rojo, - 1,32% y 10.325,30 puntos. Prima de riesgo en 132 y bono a 10 años en 1,61%.
En las notas económicas, el foco sobre Banco Popular y su larga crisis. La entidad ajustó las cuentas de 2016 y rebajó su ratio de capital al 11,8. Sufrió un desplome de un 10% en su mayor caída en Bolsa en 9 meses. Como colofón, vivió en la misma jornada la dimisión de su CEO.
El consejero delegado no habría aceptado el desembarco de Miguel Escrig. Fue un pulso entre presidente y CEO. El Banco Popular comunicó el final de la gestión de Pedro Larena en un hecho relevante a la CNMV. Desempeñará sus funciones hasta que el consejo nombre a su sucesor
Era un conflicto latente, de forcejeo de poder y de competencias, que finalmente estalló. El presidente Emilio Saracho había incorporado a Miguel Escrig, exdirector financiero de Telefónica, como adjunto al presidente, controller y número dos.
En las notas económicas y políticas, dos cuestiones también importantes en el ámbito de la Unión Europea y sus dos instituciones claves, la Comisión Europea y el Eurogrupo.
La Comisión Europea pidió al Gobierno de Theresa May que rebaje su tono sobre Gibraltar. España, en el grupo de la primera velocidad, ha actuado con prudencia en el arranque de la negociación del Brexit frente a los errores de Theresa May y del Partido Conservador, los tories. Frme apoyo de la Comisión Europea a España.
En la segunda cuestión importante, el futuro del Eurogrupo y las incertidumbres sobre su Presidencia.
Las polémicas declaraciones de Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, sobre la solidaridad Norte-Sur siguen en ebullición. Por primera vez los líderes de todos los grupos políticos del Parlamento Europeo han pedido su dimisión. Dieron este paso tanto por sus comentarios ofensivos como por negarse a comparecer ante el Parlamento Europeo con la torpe excusa de una agenda trepidante. Su posición política es delicada y está en la cuerda floja.
Compartir en: