El efecto del huracán Ofelia aviva los incendios intencionados en Galicia
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una dramática comparencia, explicó que se lucha contra los pirómanos, contra las condiciones climatológicas adversas, y contra los fuegos que entran a Galicia desde Portugal. "Están jugando con vidas", clamó.
Siguió desde el centro de coordinación central de Santiago la evolución de los incendios. Se trata de la "actividad incendiaria homicida"; de los efectos climatológicos "más adversos posibles", con una sequía continuada y vientos cada vez más intensos; y de los fuegos que llegan a Galicia desde Portugal, que han conseguido traspasar el río Miño.
Al menos nueve incendios forestales amenazan núcleos de población en Galicia, donde en total se han declarado 39 fuegos que continúan activos. Los más preocupantes se concentran en los alrededores de Vigo.
Un fuego declarado en Ponteareas afecta ya a Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén. El incendio, que se declaró de madrugada, ofrece un frente de cuatro kilómetros y ha quemado al menos 1.500 hectáreas. Las llamas han entrado en polígonos industriales, quemando algunas naves, y han obligado a desalojar varias casas.
También en Pontevedra supera las veinte hectáreas un incendio forestal declarado en un bosque de Gondomar, en la parroquia de Morgadáns. Policía Nacional y Guardia Civil han desalojado a los vecinos de Vincios, Devesa y Sobreira por la proximidad de las llamas a las viviendas.
Los siniestros han afectado a varias carreteras y al tráfico ferroviario: los trenes Ourense-Vigo, Vigo-Barcelona y Salvatierra-Nieves no han podido salir.
La situación en Galicia favorece la aparición de incendios: a las altas temperaturas (30º C) y la sequía, se unen el abandono del monte y los fuertes vientos impulsados por el huracán Ofelia, que se encuentra sobre el Océano Atlántico.
En las labores de extinción trabajan unas 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos además de 160 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por dieciocho motobombas y seis nodrizas.
Siguió desde el centro de coordinación central de Santiago la evolución de los incendios. Se trata de la "actividad incendiaria homicida"; de los efectos climatológicos "más adversos posibles", con una sequía continuada y vientos cada vez más intensos; y de los fuegos que llegan a Galicia desde Portugal, que han conseguido traspasar el río Miño.
Al menos nueve incendios forestales amenazan núcleos de población en Galicia, donde en total se han declarado 39 fuegos que continúan activos. Los más preocupantes se concentran en los alrededores de Vigo.
Un fuego declarado en Ponteareas afecta ya a Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén. El incendio, que se declaró de madrugada, ofrece un frente de cuatro kilómetros y ha quemado al menos 1.500 hectáreas. Las llamas han entrado en polígonos industriales, quemando algunas naves, y han obligado a desalojar varias casas.
También en Pontevedra supera las veinte hectáreas un incendio forestal declarado en un bosque de Gondomar, en la parroquia de Morgadáns. Policía Nacional y Guardia Civil han desalojado a los vecinos de Vincios, Devesa y Sobreira por la proximidad de las llamas a las viviendas.
Los siniestros han afectado a varias carreteras y al tráfico ferroviario: los trenes Ourense-Vigo, Vigo-Barcelona y Salvatierra-Nieves no han podido salir.
La situación en Galicia favorece la aparición de incendios: a las altas temperaturas (30º C) y la sequía, se unen el abandono del monte y los fuertes vientos impulsados por el huracán Ofelia, que se encuentra sobre el Océano Atlántico.
En las labores de extinción trabajan unas 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos además de 160 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), apoyados por dieciocho motobombas y seis nodrizas.
Compartir en: