ETA se acabó el 20 de octubre de 2011, la verdad de Rubalcaba

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El que fuera ministro de Interior durante el Gobierno de Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, analizó en una entrevista en Onda Cero el anuncio de la disolución de la banda terrorista ETA. "Lo deja en 2011 porque se había roto lo que mantenía la mantenía viva, su gran apoyo social en Euskadi", indicó. 

En lo que respecta a las negociaciones con ETA, que se produjeron cuando estaba en el Gobierno, Rubalcaba señaló que "no admitían no ser los interlocutores políticos" porque "no querían dialogar, sino imponer y sacar rédito político". Por otro lado, asegura que las víctimas son "nuestros grandes testigos de lo que ha pasado".

El exministro cuenta que durante las negociaciones con ETA "no se ocultó a la opinión pública nada esencial" y asegura que se mantuvo a todos los partidos políticos, incluido el PP, informados aunque declara que no sirvieron para nada porque "los intentos de diálogo no pasaron de eso, porque ETA no quería".

Al ser oreguntado sobre Josu Ternera, histórico etarra que todavía no ha sido detenido y sobre el que hay una leyenda urbana, Rubalcaba confirma que "desaparece del radar del Ministerio del Interior" después del atentado en la T4. "Si hubiéramos tenido la oportunidad de detenerle se le habría detenido", subrayó.

Rubalcaba aprovechó además para contar una anécdota que todavía no había salido a la luz. Cuenta que pidió a los cuerpos de seguridad del Estado que hicieran un cuadro en el que figuraran los etarras que quedaban por ser detenidos y que "cada vez que había una detención subía a mi casa miraba y decía 'este está en el cuadro'". Por ello, "la quinta vez que detuvimos un etarra y estaba en mi cuadro dije ya está, estadísticamente no deben quedar muchos más".

Entonces, el día que la Guardia Civil detuvo al etarra Ata, el último gran dirigente de ETA, "le dije a un guardia civil, esta es la última gran operación, ¿verdad? y él me dijo 'creo que sí ministro'".

Por eso, dijo que contaba con información privilegiada y que "sabía que el 20 de octubre se había acabado, que era el final y que había que esperar a que sucediera esto".

En cuanto al pueblo vasco, explicó que es necesario reparar las fracturas que hay porque "en Euskadi aún sigue habiendo gente que tiene que pasar por una plaza donde hay una placa en honor al asesino de su padre". Por otro lado, se muestra de acuerdo con Urkullu cuando afirma que "ETA tiene pavor a que la historia diga de ella que no consiguió nada" y añade "es verdad, ETA no consiguió nada".
 
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