La extrema derecha queda fuera del pacto en Madrid de Partido Popular y Ciudadanos

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En la investidura frustrada de Pedro Sánchez, Vox, la extrema derecha, presentó su rostro nacionalista y radical. En la batalla política clave de la Comunidad de Madrid mostró la fractura de sus líderes sin un hilo conductor entre Santiago Abascal y Rocío Monasterio.

Finalmente la firmeza de Ciudadanos  ha logrado que la extrema derecha rebajara ampliamente sus exigencias. Si no lo hubiera hecho, habría quedado como responsable de la convocatoria de nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid.



Vox ha renunciado primero a su exigencia de un pacto formal con los logos de los tres partidos. Ciudadanos se negó en rotundo. Tampoco Vox ha logrado imponer su presencia en el futuro gobierno de la Comunidad de Madrid. Ha decidido facilitar la investidura de una coalición de derecha y centro (Partido Popular y Ciudadanos). Pero ha advertido que está dispuesta a ser dura oposición si lo considera necesario.

Especialmente la extrema derecha ha abandonado la exigencia de eliminar las leyes LGTBI. Y ha aceptado las medidas del pacto de Partido Popular y Ciudadanos. Insistió en que se aceptaran de forma verbal cuatro énfasis:

- Reducir "todos los impuestos existentes" (es el eje de las medidas defendodas por Ciudadanos).

- Crear una Consejería de Asuntos Sociales, Familia y Natalidad (una propuesta ya hecha por el Partido Popular).

- Vox insistió en que se garantice que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tengan acceso directo a la información de que dispone la Administración sobre los extranjeros en situación irregular (PP y Ciudadanos los han considerado correcto).

- Vox pidió garantizar que "cualquier tipo de acoso, discriminación o violencia será tratado de la misma forma, evitando que diferentes víctimas de acoso tengan diferentes grados de protección",(supone un giro en la posición inicial de extrema radicalidad de Rocío Monasterio exigiendo derogar las leyes LGTBI.

Por el momento parece un punto de inflexión tras 60 días de negociaciones. Ciudadanos pedirá al presidente de la Asamblea de Madrid el comienzo de la ronda de contactos previa al pleno de investidura.

"Frente a las políticas de bloqueo de Sánchez e Iglesias, en la Comunidad va a haber un gobierno en marcha en los próximos días. Sánchez estaba más preocupado de su ego, pero en la Comunidad hemos defendido las propuestas y el consenso definitivo que nos va a llevar a poner en marcha el nuevo gobierno", aseguró Ignacio Aguado, el líder de Ciudadanos en Madrid.

En los próximos pasos, Isabel Díaz Ayuso necesita el apoyo de los 12 diputados de Vox. La suma de 56 escaños que obtuvo el Partido Popular (30) y Ciudadanos (26) era insuficiente. De no haber alcanzado ningún acuerdo antes del próximo 10 de septiembre, tendrían que haberse celebrado unas nuevas elecciones autonómicas el 10 de noviembre.

Para Isabel Díaz Ayuso, las medidas presentadas por Vox "son cuestiones excesivas perfectamente asumibles por todos los ciudadanos". Rechazó que el acuerdo inicial de Partido Popular y Ciudadanos "se haya derechizado o radicalizado".

Queda por ver ahora el desenlace definitvo de estos pulsos. Si se forma un gobierno de coalición de Partido Popular y Ciudadanos en la Comunidad de Madirid, será una iniciativa inédita. Una alta expectación de inversionistas por el calado de las medidas económicas y la gestión de Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado. El distrito político de Madrid (Ayuntamiento y Comunidad) quedará gobernado por la derecha y el centro, un escenario sensiblemente diferente a los planes de Pedro Sánchez y las expectativas de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.
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