Guerra entre ERC y PDeCAT, y ataque de Puigdemont al manifiesto de la dignidad
Una situación compleja, tensa y preocupante en nueve escenarios en torno al referéndum unilateral de independencia que pretende celebrar Carles Puigdemont el 1 de octubre:
1. Alcaldes independentistas apoyaron el referéndum unilateral en un acto organizado en el paraninfo de la Universidad de Barcelona por la ACM (Associació Catalana de Municipis) y la AMI (Associació de Municipis per a la IndependènciaI). El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llamó a una movilización masiva con el fin de "dar miedo" al Estado. "Damos miedo y más que daremos", advirtió.
2. Existe una situación de pulso político y guerra abierta en el gobierno de la Generalitat entre ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), el partido fundado en 1931, y PDeCAT (Partido Demócrata Europeo Catalán, surgido en 2016, el partido considerado como sucesor de Convergencia Democrática de Cataluña. ERC acusa a consejeros del PDeCat de poner palos en las ruedas del referéndum independentista del 1-O. Los llamado posconvergentes ven en la estrategia republicana un gran tacticismo electoral.
3. El 1-O ha abierto tensión, debate y agitación en el PSC, que aún tiene muy presente la profunda herida que provocó el debate sobre el derecho a decidir.
4. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, junto con el apoyo de su vicepresidente, Oriol Junqueras, insiste en la fecha del referéndum ilegal, el 1 de octubre, y la pregunta a los catalanes de si desean “un Estado independiente en forma de República”.
5. La gestión de Carles Puigdemont, desde hace tiempo, está dedicada en casi al 100% a salvar el tambaleante procés soberanista.
6. La pregunta planteada por Carles Puigdemont, en la que insiste, implica una ruptura triple: la del Estado constitucional; la de la forma de ese Estado; y la de la Generalitat estatutaria.
7. Carles Puigdemont asume, junto a Oriol Junqueras, la responsabilidad clave de la falsa, grave y disruptiva salida a la cuestión catalana.
8. Aunque el Partido Popular (PP) se opuso al Estatuto de 2006, la superior gravedad de los últimos pasos es enteramente atribuible a la Generalitat. No es lo mismo atenerse a la ley democrática que vulnerarla.
9. Hay que subrayar que un centenar de personalidades catalanas han pedido a Carles Puigdemont que suspenda el referéndum. Este manifiesto alerta de que el 1-O "atenta" contra el Estado de derecho y no es "democráticamente homologable". Los firmantes han reclamado a Mariano Rajoy que aporte "soluciones positivas" para Cataluña.
1. Alcaldes independentistas apoyaron el referéndum unilateral en un acto organizado en el paraninfo de la Universidad de Barcelona por la ACM (Associació Catalana de Municipis) y la AMI (Associació de Municipis per a la IndependènciaI). El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llamó a una movilización masiva con el fin de "dar miedo" al Estado. "Damos miedo y más que daremos", advirtió.
2. Existe una situación de pulso político y guerra abierta en el gobierno de la Generalitat entre ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), el partido fundado en 1931, y PDeCAT (Partido Demócrata Europeo Catalán, surgido en 2016, el partido considerado como sucesor de Convergencia Democrática de Cataluña. ERC acusa a consejeros del PDeCat de poner palos en las ruedas del referéndum independentista del 1-O. Los llamado posconvergentes ven en la estrategia republicana un gran tacticismo electoral.
3. El 1-O ha abierto tensión, debate y agitación en el PSC, que aún tiene muy presente la profunda herida que provocó el debate sobre el derecho a decidir.
4. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, junto con el apoyo de su vicepresidente, Oriol Junqueras, insiste en la fecha del referéndum ilegal, el 1 de octubre, y la pregunta a los catalanes de si desean “un Estado independiente en forma de República”.
5. La gestión de Carles Puigdemont, desde hace tiempo, está dedicada en casi al 100% a salvar el tambaleante procés soberanista.
6. La pregunta planteada por Carles Puigdemont, en la que insiste, implica una ruptura triple: la del Estado constitucional; la de la forma de ese Estado; y la de la Generalitat estatutaria.
7. Carles Puigdemont asume, junto a Oriol Junqueras, la responsabilidad clave de la falsa, grave y disruptiva salida a la cuestión catalana.
8. Aunque el Partido Popular (PP) se opuso al Estatuto de 2006, la superior gravedad de los últimos pasos es enteramente atribuible a la Generalitat. No es lo mismo atenerse a la ley democrática que vulnerarla.
9. Hay que subrayar que un centenar de personalidades catalanas han pedido a Carles Puigdemont que suspenda el referéndum. Este manifiesto alerta de que el 1-O "atenta" contra el Estado de derecho y no es "democráticamente homologable". Los firmantes han reclamado a Mariano Rajoy que aporte "soluciones positivas" para Cataluña.
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