José Luis Ábalos avanza un PSOE que deja el centro y se encadena a Podemos
Resultado muy significativo de la moción de censura. Derrota sin paliativos de la opción populista que encarna Pablo Iglesias Turrión para llegar a La Moncloa, estar al frente del Consejo de Ministros y presidir el Gobierno de España.
A su vez Mariano Rajoy. tres veces vencedor en las urnas. consiguió dos veces seguidas el respaldo de la Cámara. Primero lo obtuvo en la sesión de investidura. Y ahora, gracias a Podemos, al ser derrotada su moción de censura. Podemos, junto con Compromís, sólo contó con el apoyo de las dos opciones radicales en País Vasco y Cataluña, Bildu y ERC.
Es conveniente subrayar que las 97 abstenciones no significan el apoyo a Mariano Rajoy. Muestran precisamente la debilidad de Podemos y de su líder, Pablo Iglesias Turrión, como una alternativa de gobierno.
La sorpresa en las dos jornadas de la moción de censura no estuvo en la victoria de Mariano Rajoy y del Partido Popular (PP). Tampoco en la derrota de Podemos, bajo el liderazgo de Pablo Iglesias Turrión e Irene Montero. El verdadero foco se situó en la intervención de José Luis Ábalos.
El nuevo portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tuvo un tono cordial con Podemos, coincidió en al análisis del populismo sobre los problemas de España, y tendió la mano para una colaboración política directa.
El nuevo PSOE de Pedro Sánchez evitó pronunciarse sobre un partido radical, como Podemos, y sin capacidad de generar un acuerdo para gobernar. Pablo Iglesias Turrión mostró que no tiene cuajo ni lderazgo para unir a todos los que disienten de Mariano Rajoy.
Pedro Sánchez sigue convencido de su capacidad de seducción sobre los votantes de Podemos. Su lema para el congreso del partido, "somos la izquieda", supone una declaración de intenciones de abandonar la centralidad política y de encadenar PSOE a Podemos.
José Luis Ábalos retrató perfectamente esta deriva señalando, en su estreno como nuevo portavoz, la promesa de “combatir con justicia las injusticias”. ¿Es que el viejo PSOE nunca lo hizo?.
A estas alturas de la legislatura, sólo siete meses después de que España lograse salir del bloqueo político, Podemos planteó, de forma irresponsable, una iniciativa parlamentaria reservada a situaciones excepcionales.
Mariano Rajoy sentenció que un Gobierno presidido por Pablo Iglesias Turrión “sería letal para el Estado del bienestar y el modelo de convivencia”. Equiparó el proyecto de Podemos con el de Marine Le Pen en Francia.
La derrota populista en la votación de su irresponsable moción de censura es por tanto un paso positivo. Pero a la vez el primer signo del PSOE de abandonar la centralidad política representa un interrogante peligroso.
A su vez Mariano Rajoy. tres veces vencedor en las urnas. consiguió dos veces seguidas el respaldo de la Cámara. Primero lo obtuvo en la sesión de investidura. Y ahora, gracias a Podemos, al ser derrotada su moción de censura. Podemos, junto con Compromís, sólo contó con el apoyo de las dos opciones radicales en País Vasco y Cataluña, Bildu y ERC.
Es conveniente subrayar que las 97 abstenciones no significan el apoyo a Mariano Rajoy. Muestran precisamente la debilidad de Podemos y de su líder, Pablo Iglesias Turrión, como una alternativa de gobierno.
La sorpresa en las dos jornadas de la moción de censura no estuvo en la victoria de Mariano Rajoy y del Partido Popular (PP). Tampoco en la derrota de Podemos, bajo el liderazgo de Pablo Iglesias Turrión e Irene Montero. El verdadero foco se situó en la intervención de José Luis Ábalos.
El nuevo portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tuvo un tono cordial con Podemos, coincidió en al análisis del populismo sobre los problemas de España, y tendió la mano para una colaboración política directa.
El nuevo PSOE de Pedro Sánchez evitó pronunciarse sobre un partido radical, como Podemos, y sin capacidad de generar un acuerdo para gobernar. Pablo Iglesias Turrión mostró que no tiene cuajo ni lderazgo para unir a todos los que disienten de Mariano Rajoy.
Pedro Sánchez sigue convencido de su capacidad de seducción sobre los votantes de Podemos. Su lema para el congreso del partido, "somos la izquieda", supone una declaración de intenciones de abandonar la centralidad política y de encadenar PSOE a Podemos.
José Luis Ábalos retrató perfectamente esta deriva señalando, en su estreno como nuevo portavoz, la promesa de “combatir con justicia las injusticias”. ¿Es que el viejo PSOE nunca lo hizo?.
A estas alturas de la legislatura, sólo siete meses después de que España lograse salir del bloqueo político, Podemos planteó, de forma irresponsable, una iniciativa parlamentaria reservada a situaciones excepcionales.
Mariano Rajoy sentenció que un Gobierno presidido por Pablo Iglesias Turrión “sería letal para el Estado del bienestar y el modelo de convivencia”. Equiparó el proyecto de Podemos con el de Marine Le Pen en Francia.
La derrota populista en la votación de su irresponsable moción de censura es por tanto un paso positivo. Pero a la vez el primer signo del PSOE de abandonar la centralidad política representa un interrogante peligroso.
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