La laborista Yvette Cooper obligó a intervenir a la Cámara de los Lores

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De forma sorprendente todo se va agravando en Londres. El miércoles 3 se vivió un nuevo momento de angustia. Por sólo un voto, 313 a 312, se evitó el Brexit del caos. La laborista Yvette Cooper, convertida en heroína del sentido común, presentó la propuesta de ley para obligar al Gobierno de Theresa May a renunciar a salir sin acuerdo, el temido No deal.

Yvette Cooper logró él éxito de su propuesta por un único voto. Fue una iniciativa de cara y cruz. Para que esta propuesta se convierta en texto legal, tiene que ser aceptada por la Cámara de los Lores. Y es ahí, con los lores euroescépticos, donde empezaron las nuevas dificultades.

Paralelamente a las Cámaras, las conversaciones abiertas entre la primera ministra y el líder del Laborismo encuentran dificultades. Jeremy Corbyn ha planteado tres cuestiones: la fórmula de una unión aduanera entre Reino Unido y Unión Europea, la protección de los derechos de los trabajadores, y la celebración de un segundo referéndum.



.Lo lógico y razonable apunta al pacto definitivo antes del 12 de abril de un escenario de Brexit blando. Pero hay dos peligros serios. El primero, la entrada en acción de la Cámara de los Lores. El segundo, la nueva rebelión entre los tories al haber tenido que rectificar la primera ministra aceptando conversaciones directas con Jeremy Corbyn, el líder del Laborismo.

Dos dimisiones han advertido a Theresa May de las graves tensiones. Portazo del subsecretario de Estado para Gales, Nigel Adams; y del subsecretario del Brexit, Chris Heaton-Harris. En la cumbre de siete horas en el 10 de Downing Street, el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, evitó una crisis mayor. Por el momento, ningún avance y serios riesgos de que todo se precipite entre el fragor de sables.
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