Los Jordis reculan ante Llarena y admiten la ilegalidad del referéndum
El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado electo de Junts per Catalunya Jordi Sánchez manifestó ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena que nunca llamó a la violencia en las movilizaciones que se realizaron en relación con el "procés" en Cataluña y que no cree en la unilateralidad como vía para alcanzar la independencia.
El consejero de Interior cesado por 155, Joaquim Forn, y los líderes independentistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, declararon ante el juez por el proceso catalán. Procedentes de las cárceles de Estremera y Soto del Real, los tres llegaron primero los calabozos de la Audiencia Nacional y poco después los trasladaron al Tribunal Supremo.
Sánchez reconoció que desde febrero de 2015 hubo una hoja de ruta con ANC, Omnium, ERC y Convergencia Democrática de Cataluña y que el referéndum del 1 octubre fue ilegal.
La declaración de Sánchez se centró participación en el asedio a la Consejería de Economía de la Generalitat que dificultó la realización de un registro judicial en esta dependencia el pasado 20 de septiembre. El exlíder de ANC insistió en que tanto él como Cuixart y el diputado y cantante Lluis Llach pidieron a los concentrados que se fueran a casa desde un escenario instalado en el lugar, pero no encima de los coches de la Guardia Civil allí instalados.
Por su parte, el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, declaró ante Pablo Llarena que la independencia de Cataluña solo debe ser perseguida respetando la Constitución y que el único referéndum válido será el que convoque el Gobierno de España. Cuixart declaró durante una hora y media.
En su comparecencia calificó de “pacifista” y señaló que “las diligencias judiciales ante la Consejería de Economía fueron “un ataque a la democracia”, que el 20 y el 21 de septiembre “ocurrió menos de lo que podía haber ocurrido”. También ha asegurado que pidieron “a la gente votar en el referéndum del 1 de octubre” y que en “ningún momento” nadie les avisó de que cometían “ilegalidades”.
El consejero de Interior cesado por 155, Joaquim Forn, y los líderes independentistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, declararon ante el juez por el proceso catalán. Procedentes de las cárceles de Estremera y Soto del Real, los tres llegaron primero los calabozos de la Audiencia Nacional y poco después los trasladaron al Tribunal Supremo.
Sánchez reconoció que desde febrero de 2015 hubo una hoja de ruta con ANC, Omnium, ERC y Convergencia Democrática de Cataluña y que el referéndum del 1 octubre fue ilegal.
La declaración de Sánchez se centró participación en el asedio a la Consejería de Economía de la Generalitat que dificultó la realización de un registro judicial en esta dependencia el pasado 20 de septiembre. El exlíder de ANC insistió en que tanto él como Cuixart y el diputado y cantante Lluis Llach pidieron a los concentrados que se fueran a casa desde un escenario instalado en el lugar, pero no encima de los coches de la Guardia Civil allí instalados.
Por su parte, el presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, declaró ante Pablo Llarena que la independencia de Cataluña solo debe ser perseguida respetando la Constitución y que el único referéndum válido será el que convoque el Gobierno de España. Cuixart declaró durante una hora y media.
En su comparecencia calificó de “pacifista” y señaló que “las diligencias judiciales ante la Consejería de Economía fueron “un ataque a la democracia”, que el 20 y el 21 de septiembre “ocurrió menos de lo que podía haber ocurrido”. También ha asegurado que pidieron “a la gente votar en el referéndum del 1 de octubre” y que en “ningún momento” nadie les avisó de que cometían “ilegalidades”.
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