Los Morancos, asilo flamenco en Bruselas a Carles Puigdemont

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Triunfo del humor en una crisis y un conflicto que ya no resiste los análisis de enjundia en cuanto al comportamiento y la personalidad de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, cesado al restaurarse el orden constitucional con la aplicacion del artículo 155 y la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas en Cataluña.

El exilio tras la Guerra Civil fue serio y doloroso en Argentina, México, Francia, Bélgica y otros países. Supuso una fractura de las familias, dolor y sufrimiento, y penalidades económicas. Una enorme fractura llena de tristeza. De ahí la emoción profunda de Josep Tarradellas con su grito (que fue rugido de euforia, agradecimiento y felicidad) desde el balcón del Palacio de la Generalitat en Barcelona: "Ja soc aquí".

Carles Puigdemont no tuvo cuajo para convocar elecciones y leer el mensaje que había escrito tras la mediación de empresarios y del lehendakari Íñigo Urkullu. Lo rompió. Se dejó intimidar por "los ramales de las redes sociales" -como definió Enric Juliana- que avivó Oriol Junqueras. Su segundo error fue su fuga a Marsella para viajar a Bruselas en avión seguido por los servicios secretos (el CNI).

Muy posiblemente está a gastos pagados, viviendo a pie de bar concediendo entrevistas, y con un ojo en los informativos. Su nueva idea es la de la campaña en los platós, siendo líder del independentismo (una lista única de PDeCAT y ERC) a golpe de café en las noches frescas de Bruselas y mítines desde canales flamencos. Incluso podría pasar a ser el líder en rebeldía contra el propio PDeCAT y ERC si designan un  nuevo candidato para su lista única. De expresidente a una pesadilla que no tiene fin.

Nadie pensó en las fugas de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, los jordis. Pero ahora Carles Puigdemont las ha convertido en hipótesis posibles precipitando la prisión para el que fue su gobierno, incluido Oriol Junqueras, el cerebro de la trama, el manipulador que fue al final manipulado.

Se supo después que Jordi Pujol no pagaba impuestos y favorecía el enriquecimiento de su familia; se conoció en directo en el Parlamento de Cataluña que Artur Mas se negó a que Pasqual Maragall investigara la corrupción política del 3%; y ahora se vivió que Carles Puigdemont no tuvo arrestos para arriar la bandera de España antes de su huída a Marsella hasta aterrizar en Bruselas.

Pan comido para Los Morancos y su canal de YouTube. La acción  se sitúa en Bruselas el 3 de noviembre. Allí entra Jorge Cadaval (Carles Puigdemont) pidiendo asilo. Pero en ese bar no hay los esperados flamencos (políticos belgas).  “A Rajoy lo tienes loco, quiere darte un escarmiento y tú en vez de dar la cara, te vienes con los flamenco”, le dice César. El vídeo de Los Morancos arrasa en YouTube sumándose al despliegue de los canales donde hay asombro, estupor, y logica preocupación.



.
Compartir en: