Marlene Wind desnuda a Puigdemont como el dictador iluminado

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"¿La democracia es solo votar o también respetar la ley?”, preguntó la profesora Marlene Wind. El expresidente prófugo aseguró en Copenhague que el franquismo sigue presente en España en un duro debate en la Universidad. 

"¿Le gustaría que en Europa hubiese 200 o 300 naciones con solo una identidad? ¿Cree que esa es la solución en el siglo XXI?. Cataluña es la región más rica de España y España es un país más descentralizado, incluso, que Alemania. ¿De dónde viene este ansia separatista?", las preguntas incisivas de la profesora Marlene Wind.

Ya no hay dudas por lo que se pudo vivir el lunes 22 en Copenhague y Barcelona. La via unilateral y radical es de nuevo el empeño de las fuerzas independentistas.

Ninguna lección han sacado del fracaso del procés y la pérdida temporal de la autonomía por la aplicación del artículo 155. No son ciertos los propósitos de enmienda de algunos de los líderes secesionistas encarcelados.

No existe empeño tampoco, ni interés alguno, por avanzar en líneas legales y moderadas. El empeño es total en investir a toda costa al expresidente prófugo.

Imposible un escenario más grave y desolador, radical y destructivo para Cataluña. Carles Puigdemont quedó retratado por la profesora Marlene Wind, en el debate de la Universidad de Copenhague, como el dictador iluminado sin programa de presente ni futuro. De nuevo se presentó como un perseguido del franquismo negándose a hablar (ni aceptar) de su atropello a la ley que es el pilar de la convivencia en una sociedad democrática..

Lo más grave no es solo el retrato descarnado del expresidente, que es asunto bien conocido. Lo inquietante se centra en la deriva del bloque independentista. Resulta sorprendente que CiU, el partido que fue hegemónico de Cataluña, defensor de Europa y las libertades, haya derivado al PDeCAT para encarnarse después en Junts per Catalunya (JxCat), derecha ultranacionalista euroescèptica, el populismo más nocivo que existe hoy en Europa.

Esquerra Republicana (ERC), la izquierda republicana populista, se quedó a su vez sin proyecto político. Fue también inaudita la carta de Roger Torrent a Mariano Rajoy negando que en una democracia exista el Poder Ejecutivo, el Poder Legislatvo y el Poder Legislativo.

De manera acertada el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo,  se negó a entrar en el ardid político, la manipulación y los juegos destructivos de Carles Puigdemont.

Las elecciones autonómicas han abierto un escenario aún peor. Ni Carles Puigdemont (JxCat)  ni Oriol Junqueras (ERC) son opciones viables para una investidura. No solo el daño es cada vez más grave para Cataluña. El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó en el foro de Davos que alcanza cada vez más a España y penaliza su crecimiento y recuperación.
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