Operación Judas, bronca de Sánchez y Marlaska a la Guardia Civil

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Atención a la gran tormenta política desatada en torno a la Operación Judas. Hubo nueve detenidos, todos relacionados con los denominados Comités en Defensa de la República (CDR). La Guardia Civil realizó el lunes 16 una operación contra un grupo de los CDR sospechosos de preparar una serie de acciones con explosivos como respuesta a la sentencia por el 1-O (el juicio del procés).

La Guardia Civil movilizó a 500 agentes con presencia de las Unidades Centrales Especiales y el Servicio de Información, especialistas en delitos de terrorismo. La Guardia Civil halló planos de accesos a la casa cuartel de Canovelles (Barcelona) que fue objeto de duros escraches en los sucesos de septiembre y octubre de 2017.

Los nueve detenidos tienen entre 35 y 50 años y forman parte de los sectores de los CDR más radicales que rechazan cualquier influencia de partidos y se han distanciado críticamente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Hubo escuchas telefónicas que, según la fiscalía, precipitaron la operación "para abortar el proyecto que podría haber provocado daños irreparables por lo avanzado de los preparativos".

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que trabaja coordinada con el Juzgado Central de Instrucción número 6, los asocia con delitos de "terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos". Pero la Guardia Civil llevó la Operación Judas en total secreto para evitar filtraciones y un chivatazo a los Mossos.

Este jueves 26, la Operación Judas de la Guardia Civil adquirió un alto protagonismo. Fernando Lázaro en el Legacy Media El Mundo reveló que el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, con instrucciones de Pedro Sánchez, abroncó a la Guardia Civil

Ha aflorado que la operación del lunes 16 de la Guardia Civil contra los Comités de Defensa de la República (CDR) en Cataluña ha disgustado a La Moncloa. Según El Mundo, se han pedido cuentas a la Guardia Civil por el alcance de las detenciones y del material incautado.

El propio ministro en funciones, Fernando Grande-Marlaska, convocó a los mandos de la Guardia Civil. Hubo bronca para el director general de la Guardia CivilFélix Azón, y la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, por mantener el secreto de esta operación y no haber infomado.  A Pedro Sánchez le habría irritado al llegar a Nueva York y no saber nada de los objetivos en profundidad de este operación. Su viaje quedó además en segundo plano ante la Operación Judas.

La Guardia Civil sabía la importancia de la operación y la posibilidad que existía de localizar explosivos. Se ha demostrado que los CDR, que cuentan con el apoyo de Quim Torra, tenían (y tienen) intención de perpetrar acciones violentas el día que se conozca la sentencia del procés.

La Operación Judas ha alertado del nuevo escenario político en Cataluña y de la muy delicada situación que podría producirse el día en que se conozca la sentencia del procés. Para Pedro Sánchez todas las revelaciones le han precipitado a un escenario político de fuertes incógnitas y alta incertidumbre.
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