Papadopoulos y Manafort, acusaciones contra los hombres de Trump

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Primeros implicados formales. La investigación del fiscal especial, Robert Mueller, abre un nuevo capítulo en Washington.



Robert Mueller -que es rocoso, serio y actúa lejos de las cámaras y de lo que a veces supone el fenómeno continuo de las breaking news- está empeñado en llegar a la verdad sobre lo que significó la trama rusa. Busca hacerlo con dignidad y eficacia sabiendo que asumió una misión de larga distancia.

Atención a las figuras de Paul Manafort George Papadopoulos. Se trata de esclarecer el auténtico trasfondo de lo conocido como la trama rusa, el verdadero poder que tuvo el Kremlin para tejer una red de canales con el equipo electoral de Donald Trump. Las sospechas se van convirtiendo en certezas.

Robert Mueller trata de hallar sólidas pistas en la injerencia. Quiere destapar la verdadera conexión entre el Kremlin -la mano de Vladimir Putin- y los estrategas electorales de Donald Trump. Se intenta destapar la implicación real de Rusia para influir en las elecciones presidenciales que llevaron al final, con sorpresa, a Donald Trump a la Casa Blanca y provocaron la derrota de la candidata de Barack Obama y del Partido Demócrata, Hillary Clinton.

Paul Manafort, exdirector de campaña de Donald Trump, se entregó al FBI junto a un socio suyo, Rick Gates, para responder por delitos que incluyen la conspiración contra Estados Unidos y el lavado de dinero. En el caso de Paul Manafort, la conexión se sitúa a través de un político ucraniano muy próximo a Vladimir Putin.

George Papadopoulos fue otro asesor importante de Donald Trump. Confesó contactos con una persona próxima al Kremlin que le prometió información que comprometería la campaña electoral de Hillary Clinton. Papadopoulos se declaró culpable de haber mentido.

La investigación de Robert Mueller afronta un escenario complejo y delicado. Tiene que vencer muchas resistencias personales. Pero avanza de forma implacable. Está prolongando, con fuerza, la sombra del Kremlin sobre la Casa Blanca. Puede abrir, y será el momento peligroso, acusaciones que afecten de forma directa y personal al presidente. Si llega ese momento, todo habrá cambiado en Washington.
Compartir en: