Pedro Sánchez y Albert Rivera, obligados a buscar una luz en el túnel

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Atención a los nuevos escenarios políticos.

1. Abierta una crisis seria en Ciudadanos.

Dimisión de Toni Roldán, a quien introdujo Luis Garicano. Formaba parte del núcleo duro de Ciudadanos -trece dirigentes-. Salida también de Javier Nart, eurodiputado y miembro de la dirección ampliada (36 miembros).

Luis Garicano y Javier Nart plantearon em el Comité de Dirección del partido abrir una negociación con Pedro Sánchez sobre la investidura. Su propuesta fue rechazada con 24 votos en contra, cuatro a favor (Francisco Igea y Fernando Maura, además de los de Luis Garicano y Javier Nart) y tres abstenciones (Nacho Prendes, Marta Martín y Orlena de Miguel).

A la dimisión de Toni Roldán y Javier Nart se sumó también la del candidato de Ciudadanos en las elecciones autonómicas en Asturias, Juan Vázquez. El exsecretario de Programas de Ciudadanos en Murcia, Miguel López Bachero, comunicó su baja total del partido.

II. El peso de Frankenstein I.

Albert Rivera mantiene su posición desde la decisión de Pedro Sánchez de presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy con el apoyo de los separatistas (ERC. PDeCAT y Bildu) y los populistas (la extrema izquierda anticapitalista de Podemos). Del PSOE se pasó al sanchismo (lograr los objetivos a cualquier precio).

III. De bisagra a entendimiento con Vox.

Las elecciones autonómicas en Andalucía abrieron una coalición de derecha y centro (Partido Popular y Ciudadanos). Pero llevaron a Albert Rivera  a entenderse de forma indirecta con la extrema derecha de Vox.

Toni Roldán ha reconocido la valentía de Albert Rivera. Pero ha reivindicado a la vez la idea original de Ciudadanos, como partido liberal, reformista y laico de ser bisagra frente a frentismos.

IV. La hoguera que aviva La Moncloa.

Estas importantes domisiones en Ciudadanos se han producido en un momento especial.  La Moncloa, a nivel nacional e internacional. y con importantes apoyos mediáticos, ejerce una abierta presión -hasta grosera- para que Ciudadanos rectifique y apoye la investidura de Pedro Sánchez más por obligación que por conviccción.

V. Evitar Frankenstein II.

El candidato designado por el Rey para solicitar la investidura tiene un amplio margen de maniobra para activar un pacto directo e indirecto con sus socios de la moción de censura.

Sería el escenario Frankenstein II. El giro definitico del PSOE hacia una posición de izquierda radical, anticapitalista y pactista con líderes independentistas.

Pero Pedro Sánchez tiene la posibilidad de marcar una agenda no sanchista recuperando el espíritu de moderación acuñado por Felipe González. Explorar esa via de buscar la luz en el túnel, le incumbre a él y a Albert Rivera,

Pero si Pedro Sánchez ha escogido ya su vía -los mismos socios que los de la moción de censura- no debería de confundir a la opinión pública. No es fácil superar la brecha de recelos entre PSOE y Ciudadanos.

Pero es una obligación de ambos líderes de intentar superar esa brecha y buscar la luz en el túnel. Lo contrario es condenar la XIII legislatura a un proceso de convulsión, corto y decepcionante para quienes esperan reformas de calado, empuje. y gestión de luces largas y estabilidad política y económica.
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