Pedro Sánchez sin argumentos frente a Pablo Iglesias y Mariano Rajoy

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Pedro Sánchez guardó silencio en la primera jornada de los debates de la moción de censura en el Congreso de los Diputados. Evitó una declaración o una comparecencia. Sólo publicó un tuit en su cuenta personal de Twitter. "España y la izquierda necesitan hoy más que nunca al @PSOE. #SomosLaIzquierda de gobierno frente al PP. La alternativa está en marcha", escribió Pedro Sánchez.

El escenario político que se abre puede sin embargo ser diferente. Sin duda Pablo Iglesias buscaba tres objetivos. El primero, el de desgastar a Mariano Rajoy y a su Gobierno. El ataque de Irene Montero, la portavoz de Podemos que ha sucedido a Íñigo Errejón, fue descarnado e implacable. Pero también Pablo Iglesias -segundo objetivo- quería presentarse ante los votantes de izquierda como la principal fuerza de oposición al Partido Popular

Finalmente la tercera meta es más sutil pero no por ello menos evidente y peligrosa. Pretende implantar un nuevo bipartidismo, presentando así una escena de aternativa entre el Partido Popular (PP) o Podemos, desplazando definitivamente al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a fuerza marginal.

Mariano Rajoy insistió en colocar a Podemos en su lugar, que es el de la tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados. Sus actuales 71 escaños pueden extenderse a 82 con el apoyo de Bildu (2) y ERC (9). Quedaría por tanto a 94 diputados de la mayoría que necesita para vencer en la moción de censura.

El duelo que se se vivió en el Congreso de los Diputados mostró también con crudeza, y envió serias señales de peligro, del reducido espacio político en el que se ha recluido el PSOE. Pedro Sánchez espera su confimación como secretario general el próximo fin de semana en el congreso del PSOE. No quiso, o supo, posicionarse en el momento en que no ocupa un escaño. Evitó también estar en la Cámara.

En un momento de intenso debate político en el Congreso de los Diputados, y cuestiones estratégicas de calado en la lucha por ocupar los espacios polítcos, optó por guardar silencio. La decisión además de apostar por la abstención del PSOE en este debate, que es más crucial de lo que parece, parece arrojar más debilidad que fortaleza.

Si Pedro Sánchez piensa que los vacios políticos existen, podría equivocarse. Pablo Iglesias no logró su objetivo de tumbar o debilitar a Mariano Rajoy. El presidente convirtió la moción de censura en una moción de confianza.

Se abre por tanto ahora la cuestión más compleja. La de si Podemos ha frenado su caída en las encuesta para disputar al PSOE el liderazgo de la oposición. Es el asunto de fondo. Mariano Rajoy, pese a la tormenta de los casos de corrupción política, mantiene la confianza de la Cámara. El PSOE pudo haber optado por el rechazo de esta moción. Pedro Sánchez eligió la abstención. Atención al escenario en que coloca al PSOE sin argumentos firmes tanto frente a Mariano Rajoy (PP) como ante Pablo Iglesias (Podemos). 
 
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