Pedro Sánchez veta a Pablo Iglesias, el factor Ferreras en la investidura
Jueves 18 de alta intensidad política antes de la sesión de investidura en el Congreso. Reunión de la Ejecutiva Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Y declaraciones después del presidente del Gobierno en funciones, a tumba abierta, a Antonio García Ferreras. El programa Al Rojo Vivo se trasladó a La Moncloa logrando un scoop de alta repercusión.
Por primera vez, Pedro Sánchez ha desvelado que no quiere la presencia de Pablo Iglesias en el Gobierno. "No se dan las condiciones para que el sr. Iglesias sea miembro de ese gobierno”, sentenció Pedro Sánchez. Subrayó las diferencias políticas y admitió a la vez la desconfianza en la relación personal.
Pedro Sánchez evitó confirmar lo filtrado de la reunión de la dirección socialista. Pablo Iglesias le habría reclamado una vicepresidencia social y dos ministerios, el de Trabajo y el de Hacienda, además de llevar la comunicación del Gobierno.
Sí desveló que “el 99% de las conversaciones” que ha tenido con Pablo Iglesias “han sido sobre todo y fundamentalmente en los cargos”. Aseguró que España necesita “un vicepresidente que defienda la democracia española, que no hable de presos políticos”. E insistió en que no está dispuesto a permitir la entrada en el Gobierno “de alguien con el argumento de que me quiere vigilar, que no se fía de mí”.
Pedro Sánchez rechazó además las afirmaciones de los expresidente José María Aznar y Felipe González sobre la ausencia de centralidad en la política española. A José María Aznar le ha recriminado que no hiciera gala de esa centralidad cuando en campaña aseguraba que el PSOE ya no era un partido constitucionalista.
Sobre Felipe González, ha echado de menos que no diga lo mismo que mantenía en 2016 cuando se mostraba partidario de la abstención del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy.
Choque de trenes total entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que abre profundas incógnitas. Antonio García Ferreras, con la exclusiva definitiva antes de las sesiones de investidura, colocó a Debate Al Rojo Vivo en el programa político de referencia.
Por primera vez, Pedro Sánchez ha desvelado que no quiere la presencia de Pablo Iglesias en el Gobierno. "No se dan las condiciones para que el sr. Iglesias sea miembro de ese gobierno”, sentenció Pedro Sánchez. Subrayó las diferencias políticas y admitió a la vez la desconfianza en la relación personal.
Pedro Sánchez evitó confirmar lo filtrado de la reunión de la dirección socialista. Pablo Iglesias le habría reclamado una vicepresidencia social y dos ministerios, el de Trabajo y el de Hacienda, además de llevar la comunicación del Gobierno.
Sí desveló que “el 99% de las conversaciones” que ha tenido con Pablo Iglesias “han sido sobre todo y fundamentalmente en los cargos”. Aseguró que España necesita “un vicepresidente que defienda la democracia española, que no hable de presos políticos”. E insistió en que no está dispuesto a permitir la entrada en el Gobierno “de alguien con el argumento de que me quiere vigilar, que no se fía de mí”.
Pedro Sánchez rechazó además las afirmaciones de los expresidente José María Aznar y Felipe González sobre la ausencia de centralidad en la política española. A José María Aznar le ha recriminado que no hiciera gala de esa centralidad cuando en campaña aseguraba que el PSOE ya no era un partido constitucionalista.
Sobre Felipe González, ha echado de menos que no diga lo mismo que mantenía en 2016 cuando se mostraba partidario de la abstención del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy.
Choque de trenes total entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que abre profundas incógnitas. Antonio García Ferreras, con la exclusiva definitiva antes de las sesiones de investidura, colocó a Debate Al Rojo Vivo en el programa político de referencia.
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