Los presos independentistas reprocharon a los partidos sus peleas. (Foto: 24h/RTVE)

No se puede vivir en el histerismo, la bronca y el combate político

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Un martes 28 de escenario muy bronco:

1. El Tribunal Constitucional acordó por unanimidad dirigirse al fiscal para que valore si Roger Torrent le ha desobedecido.

2. El expresidente del Gobierno José María Aznar acusó abiertamente a Pedro Sánchez de impulsar "un cambio de régimen".

3. En plena crisis sobre su suspensión, Pedro Sánchez anunció que se reunirá el jueves 6 de febrero con Quim Torra en Barcelona.

4. Oriol Junqueras, en su comparencia en la comisión del Parlamento de Cataluña sobre el 155, amenazó con celebrar un nuevo referendum ilegal.

5. El Tribunal de Cuentas reclamó a Carles Puigdemont y otros 19 cargos separatistas 4,14 millones malversados para el llamado 1-0 (el referéndum del 1 de octubre).

Nuevo momento de crisis, desconcierto y colapso en Cataluña por la pelea y fractura cainita entre las dos facciones secesionistas, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Juntos por Cataluña (JxCat). Es además, como está dicho y subrayado, una crisis personal, muy dura, entre quienes fueron presidente y vicepresidente, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. El primero logró huir. El segundo aceptó el precio de la cárcel.

Para analistas, hay dudas sobre la actual relación entre Carles Puigdemont y Quim Torra. Existe además debate interno entre radicales y moderados en ERC, que aspira a desplazar a Ciudadanos para convertirse en la primera fuerza política. Y grandes incógnitas sobre lo que sucedería en unas nuevas elecciones. En este escenario, Pedro Sánchez está obligado además a ejecutar su acuerdo de mesa de negociación entre gobiernos como le exigió ERC.

En un complejo y crispado marco, martes insólito además en el Parlamento de Cataluña con la celebración de una comisión de investigación sobre la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Asistencia de los dirigentes independentistas en prisión por sedición en el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona).

Los exconsejeros Jordi Turull y Quim Forn urgieron a neoconvergentes y republicanos a "lealtad" entre ellos. Muy revelador especialmente el testimonio del exconsejero de Acción Exterior, Raül Romeva. “No se puede vivir de forma permanente en el histerismo, la bronca o el combate político, incluso a veces estéril. No es humanamente soportable”, sentenció en palabras que retumbaron en el edificio del Parlamento de Cataluña.
 
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