Puigdemont insiste en el plan de declarar la República de Cataluña
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El momento crítico llegó. Es el yunque de una crisis que ya no es nacionalista o soberanista. Por un lado el PDeCAT y ERC, las dos formaciones del Gobierno de la Generalitat, han optado definitivamente por el independentismo y la ruptura con España.Frente a ellos, un sentimiento general, nunca conocido en la democracia, de amor y orgullo por España. Es una marea humana de banderas y sentimientos, entre personas además de diferentes sensibilidades políticas, que ha surgido con fuerza en Cataluña y el resto de España.
Se plasmó sobre todo el domingo en una histórica movilización en Barcelona. Fue una marcha de un millón de personas, en acto cívico sin precedentes en Cataluña, de apoyo a la unidad de España, a la ley y la Constitución. Y de rechazo radical al nacionalismo y al plan de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras (PDeCAT) y ERC) de declarar la independencia. Será el martes 10, en una sesión del Parlamento de Cataluña, convertida en pleno de debate de política general para impedir la anulación por el Tribunal Constitucional.
La estrategia de Carles Puigdemont ya está tomada. Su argumento es que no se tratará de una DUI, una declaración unilateral de independencia, sino de aplicación de la ley y del referéndum del 1 de octubre. Luego, proclamada la República, está dispuesto a la mediación, la negociación y el diálogo. Su cálculo es el de que no pasará nada, no será encarcelado, y no habrá reacción ni de España ni de la Unión Europea. ¿Acertará?
Carles Puigdemont y Oriol Junqueras quieren por tanto declarar primero la independencia y proclamar la República de Cataluña. El segundo paso de la estrategia nacionalista apunta a después buscar espacios políticos y una mediación pero ya desde la realidad de la fractura y la independencia de Cataluña para poner en un brete a España, la Unión Europea, la Zona euro y el Banco Central Europeo.
La certeza de esta estrategia es la que ha provocado la deciusión de los presidentes de Banco Sabadell y Caixabank, Josep Oliu y Jordi Gual, de trasladar la sede fuera de Cataluña para evitar el riesgo de su castigo el lunes 9, entrar en una zona de inseguridad jurídica, sufrir fuga de depósitos y traslado de cuentas, y asomarse a un precipicio como el que provocó la caída y derrumbe del Banco Popular.
Em la tarde del domingo, y tras la histótica manifestación vivida en Barcelona, TV3 adelantó un nuevo mensaje de Carles Puigdemont en el programa 30 minutes.
La estrategia final de Carles Puigdemont es la de rechazar el mensaje del Rey asegurando que la Generalitat es la que aplica la ley, dando total validez al referéndum ilegal del domingo 1 de octubre.
Carles Puigdemont insiste en que aplicará "lo que dice la ley", en referencia a la ley catalana del referéndum, suspendida por el Tribunal Constitucional. "La declaración de independencia, que nosotros no llamamos declaración unilateral de independencia, está prevista en la ley del referéndum como aplicación de los resultados. Aplicaremos lo que dice la ley", afirmo Carles Puigdemont en el programa 30 minutes.
"Lo que está pasando en Cataluña es real, les guste o no. Son millones de personas que han votado, que quieren decidir, tenemos que hablar de esto. ¿De qué creen que hemos de hablar? ¿Por qué se piensan que la gente se mueve? La gente no se mueve y hace frente a la violencia policial por una reforma del modelo de financiación. Seamos honestos todos juntos. Tenemos que hablar de Cataluña y no quiere hablar de ello", insistió Carles Puigdemont.
Seny frente a Rauxa
Por su parte Mariano Rajoy destacó la importancia de la marcha cívica del seny (el sentido común) frente a la rauxa (la locura)
Mariano Rajoy publicó un mensaje en la redes sociales en el que prometió que desde el Gobierno "preservaremos la unidad de #España" frente al desafío secesionista. "#RecuperemElSeny en defensa de la democracia, la Constitución y la libertad. Preservaremos la unidad de #España, #NoEstáisSolos", fue el tuit de Mariano Rajoy.