Puigdemont, Toni Comín y Marta Rivera, el giro con los ultras

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Se puede afirmar que la marcha de Bruselas capitaneada por Artur Mas (PDeCAT) (derecha nacionalista independentista); Marta Rovira y Toni Comín (ERC) (izquierda nacionalista independentista); y Carles Puigdemont  (JuntsXCat) (independentista, populista y euroescéptico) resultó pedagógica. Marcó de una vez la ruptura del separatismo con la democracia y Europa (la extraordinaria realidad política de la Unión Europea).



Como colofón a los disparates, la imagen de Karmele Marchante con Carles Puigdemont y la propuesta de Toni Comín de una Generalitat en Cataluña y otra Generalitat en el exilio. Sobre esta marcha, varias consideraciones:

1. España es una democracia avanzada, consolidada y ejemplar. Un referente en América Latina y Europa. Precisamente porque el franquismo concluyó hace décadas, los ciudadanos españoles pueden manifestarse (dentro y fuera de su país) cuando lo estimen oportuno.

2. La marcha de Bruselas (45.000 personas según la Policía de la capital de Bélgica) supuso una nueva secuencia de mentiras con el único propósito de erosionar y destruir la imagen de España y su reputación.



3. Atención al único objetivo de Carles Puigdemont y su corte de exaltados. Buscan destruir el espacio de convivencia, autonomía, desarrollo y bienestar social alcanzado por Cataluña, el mayor en la historia de la democracia.

4. Equiparar a estas alturas la democracia con la dictadura y atacar a la Unión Europea es un dislate que merece los calificativos más gruesos.

5. Es grave lo que está sucediendo porque Carles Puigdemont está sembrando y extendiendo la idea de falta de responsabilidad colectiva en Cataluña y en España.

6. Fue el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, quien contestó al expresidente fugado. "Todos tienen el derecho a manifestarse y a pedir cambios pero no se puede ignorar la ley", sentenció.

7. Atención a la presencia en la marcha de Bruselas de grupos neofascistas, xenófobos y racistas que Carles Puigdemont permite.

8. La marcha de Bruselas se podujo horas antes del primer cara a cara en televisión entre todos los partidos políticos que concurren a las elecciones del 21 de diciembre. Los votantes ya tienen primeras evidencias de los programas:

a) Carles Puigdemont se ha unido a escépticos y ultras contra Europa. Su discurso es ahora radical rechazando la búsqueda de consensos en Cataluña y en España. Ya no tiene credibilidad porque él mismo se falta a su respeto y su dignidad. 

 b) Toni Comín equiparó democracia y dictadura. Reniega de su saga familiar. Fue precisamente su padre, Alfonso Carlos Comín, líder católico y comunista, quien contribuyó a construir la democracia que puso fin al franquismo.

c) La secretaria general de ERC, Marta Rovira, no estuvo en el cara a cara en Televisión Española. Su popio partido duda de su estabilidad emocional. En el cara a cara en el programa Salvados de Jordi Évole, Inés Arrimadas (Ciudadanos) destapó sus mentiras.

Primer mensaje general ante una votación que es decisiva. No es una cuestión frentista o de bloques. El verdadero dilema está planteado:

Carles Puigdemont (junto con ERC y la CUP) insiste en la secesión unilateral de Cataluña, la opción  de la República, y la ruptura con España, la Unión Europea y la Zona euro; es decir, la destrucción de Cataluña, su reputación y su marca que ha representado hasta ahora Barcelona.

Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Miquel Iceta (PSC) 
abogan  por construir un nuevo espacio de convivencia, respeto, diálogo y unidad que ayude a cerrar heridas y fracturas.
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