La sorna de Albert Boadella como presidente de Tabarnia

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"Ciudadanos de Tabarnia, no estoy aquí". Así comenzó el discurso del actor y director teatral Albert Boadella que se presentó este martes como presidente en el exilio del gobierno de Tabarnia, un imaginario territorio de Barcelona y parte de Tarragona separado del resto de Cataluña.

Vía Skype y con las banderas de la Unión Europea, España y Tabarnia a la espalda, el actor y director teatral se ha erigido como presidente imaginario parafraseando a su manera al expresidente Josep Tarradellas.

Boadella, que hace años que no pisa su tierra, culpó de esta situación a los "usurpadores de sentimientos, dinero, instituciones, clubs y banderas que han hecho irrespirable este territorio para los amantes de la libertad y el bueno humor".

Al mismo tiempo explicó que no puede ir a Tabarnia (ni al resto de Cataluña) porque "se llenó de rufianes que los han trinchado todo" y a los que no les importa "llevarnos a la ruina más absoluta".

"Han dividido Cataluña, España y si pueden, Europa", denunció Boadella al mismo tiempo que afirmó que para frenar esta situación han surgido "unos anticuerpos capaces de reaccionar ante la epidemia: los ciudadanos de Tabarnia" para hacer frente a una situación en la que "se han roto familias, amistades y negocios". 

En este punto, Boadella habló "renacimiento del sentido común" y del hartazgo de los tabarneses. "Han dicho ¡basta! a tantos capullos disfrazados de 'segadors', a envenenar la cabeza de los niños y ¡basta! a incitar el odio hacia el vecino del rellano". A través de un plasma, Boadella abrió las puertas de Tabarnia a todo el mundo. "Aquí queremos reírnos con libertad, de todo y de todos, sin ser perseguidos como traidores".

En el ámbito económico, promete "hacer buenos negocios sin mordidas institucionales" y tiende la mano a todos aquellos que quieran formar parte de este pueblo. "Aquí cabe a todo el mundo. Nos apretaremos un poco si hace falta", afirmó. Eso sí, pide no ir con tractores "porque no cabremos".

"Soy un payaso, pero a su lado soy un modesto aprendiz. Porque, por mucho que he hecho, esforzado y trabajado, nunca he conseguido superarles", continuó respondiendo a aquellos que durante años le han criticado e, incluso, boicoteado sus obras teatrales en Cataluña hasta que decidió no volver más.

"Sus golferías son espectaculares, han hecho del Parlament un auténtico Teatro Nacional de Cataluña", ha dicho desde su atril de presidente reconociéndoles que "como expertos en el engaño con dinero público la verdad es que no tienen competencia posible", indicó.  
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