El Rey pidió unidad y solidaridad, y trasladó un mensaje de confianza. (Foto: @CasaReal)

Una firme llamada a la resistencia, el deber y a la solidaridad

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Muy firme. "Este virus no nos vencerá". Una llamada del Rey Felipe VI a la resistencia de los españoles. Frente al llamamiento del monarca, la campaña de Podemos (socio del Gobierno de coalición) de #CoronaCiao pidiendo una cacerolada en los balcones de España contra el Rey con el énfasis de "¿Para qué sirve la monarquía?".

El Rey, en su mensaje televisado, quiso pedir unidad y solidaridad y trasladar confianza en la capacidad de la sociedad española para superar una crisis sanitaria que no tiene precedentes. Quiso agradecer especialmente su tarea a los profesionales sanitarios. Y llamó a todos los ciudadanos a dejar de lado las diferencias.

Cuatro días después de la declaración del estado de alarma, Felipe VI (de pie, tras un atril, y ante las banderas de España y Europa) expresó su afecto hacia las familias que han perdido a algún ser querido. Dio las gracias a todas las personas y servicios públicos que están luchando contra la pandemia.

El Rey ha estado informado permanentemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del avance de la Covid-19. Pero es la primera vez que se refirió públicamente a la pandemia. Fue su primer mensaje televisado a la nación, al margen del discurso de Navidad, desde el 3 de octubre de 2017 después del referéndum ilegal de Cataluña. Quiso dirigirse a los ciudadanos en la forma reservada para las ocasiones de máxima gravedad.

Antes de su grabar su mensaje, el Rey presidió por vez primera la reunión que mantuvo en el Palacio de La Zarzuela el Comité de Gestión Técnica del Coronavirus formado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros de Sanidad, Salvador Illa; Defensa, Margarita Robles; Interior, Fernando Grande-Marlaska; y Fomento, José Luis Ábalos.

También asistieron el director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya: la secretaria general de Transportes, María José Rallo; y los directores adjuntos de la Policía y la Guardia Civil, Juan José González y Laurentino Ceña.

El Rey dejó al costado la cuestión del comunicado del domingo por la noche en el que anunció su renuncia a la herencia económica que pudiera corresponderle de su padre y le retiraba la asignación pública que recibía. El Rey no quiso hacer ninguna alusión a estos asuntos en su discurso. Hizo bien.

Tenía que pronunciarse en un momento tan crítico. Y lo realizó en el momento exacto. Quiso aguardar -con su estricto respeto a las instituciones y las formas democráticas- a que el presidente del Gobierno informara a las Cortes.

Sin duda la Corona atraviesa horas delicadas. Pero Felipe VI, con el el rasgo inequívoco de su personalidad- quiso mostrar su sentido de templanza y responsabilidad. Son las grandes señas de su reinado.



El segundo mensaje del Rey

Por su alto interés, recogemos de forma íntegra el discurso del Rey Felipe VI:

"Buenas noches:
Permitidme que me dirija a vosotros, en unos momentos de mucha inquietud y preocupación por esta crisis sanitaria que estamos viviendo, no solo en España sino en toda Europa y en el resto del mundo.

Esta tarde me he reunido con el Presidente del Gobierno y con el Comité Técnico de Gestión del Coronavirus para analizar las últimas informaciones sobre la epidemia y las medidas adoptadas tras la declaración del Estado de Alarma, que nuestro sistema democrático prevé en la Constitución.

Todo el Estado, todas las Instituciones públicas, están volcadas en resolver esta crisis que constituye nuestra prioridad esencial y todos los españoles pueden sentirse protegidos.

Estamos haciendo frente a una crisis nueva y distinta, sin precedentes, muy seria y grave, que pone en riesgo nuestra salud en cada rincón de España. Pero también, y de forma muy traumática, altera y condiciona nuestras costumbres y el desarrollo normal de nuestras vidas, el empleo y nuestras empresas; en definitiva, nuestro bienestar.


Pero también es una crisis que estamos combatiendo y que vamos a vencer y a superar.

Ante esta situación, lo primero que quiero hacer es enviar todo mi cariño y afecto, junto a la Reina y nuestras hijas, a tantas familias en toda España que desgraciadamente han sufrido la pérdida de alguno de sus seres queridos. También lo hacemos a todos los que estáis especialmente afectados, tanto en lo personal como en vuestro entorno, por este virus y sus consecuencias. A todos vosotros, mucha fuerza y mucho ánimo.

En segundo lugar, hoy es más de justicia que nunca dar las gracias a todas las personas, entidades y servicios públicos, sin excepción, que están ayudando y se están sacrificando por los demás. Y quiero personificar esa gratitud en uno de ellos:

Sabíamos que tenemos un gran sistema sanitario y unos profesionales extraordinarios; a ellos quiero dirigirme ahora: tenéis nuestra mayor admiración y respeto, nuestro total apoyo. Sois la vanguardia de España en la lucha contra esta enfermedad, sois nuestra primera línea de defensa.

Los que todos los días y a todas las horas del día, estáis cuidando a los afectados, curando a los enfermos, dando consuelo y esperanza a los que lo necesitan.

Vuestra profesionalidad, entrega a los demás, vuestro coraje y sacrificio personal son un ejemplo inolvidable. Nunca os podremos agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país. No os puede sorprender que desde las casas de toda España se oiga un aplauso emocionante y sentido. Un aplauso sincero y justo, que estoy seguro que os reconforta y os anima.

Hay momentos en la Historia de los pueblos en los que la realidad nos pone a prueba de una manera difícil, dolorosa y a veces extrema; momentos en los que se ponen a prueba los valores de una sociedad y la capacidad misma de un Estado. Estoy seguro de que todos vamos a dar ejemplo, una vez más, de responsabilidad, de sentido del deber, de civismo y humanidad, de entrega y esfuerzo y, sobre todo, de solidaridad -especialmente con los más vulnerables-, para que nadie pueda sentirse solo o desamparado.

Ahora debemos dejar de lado nuestras diferencias. Debemos unirnos en torno a un mismo objetivo: superar esta grave situación. Y tenemos que hacerlo juntos; entre todos; con serenidad y confianza, pero también con decisión y energía.
Ahora tenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida y nuestros comportamientos a las indicaciones de nuestras autoridades y a las recomendaciones de nuestros expertos para ganarle al virus.
Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean.

Sé que es fácil decirlo, y también sé que no es nada fácil hacerlo en estas circunstancias: organizarse cada uno en su trabajo, en su casa, con su familia, o con sus hijos. Pero es lo que debemos hacer por el bien de todos. Porque todos y cada uno somos parte de la solución de esta crisis.

Esta es una crisis temporal. Un paréntesis en nuestras vidas. Volveremos a la normalidad. Sin duda. Y lo haremos más temprano que tarde: si no bajamos la guardia, si todos unimos nuestras fuerzas y colaboramos desde nuestras respectivas responsabilidades.

Recuperaremos la normalidad de nuestra convivencia, la vida en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los puestos de trabajo, nuestras empresas, nuestros comercios, nuestros talleres... España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza.

A lo largo de los años hemos pasado por situaciones muy difíciles, muy graves; pero, como las anteriores, esta también la superaremos. Porque España es un gran país; un gran pueblo que no se rinde ante las dificultades.

Este virus no nos vencerá. Al contrario. Nos va a hacer más fuertes como sociedad; una sociedad más comprometida, más solidaria, más unida. Una sociedad en pie frente a cualquier adversidad.

Gracias a todos, ánimo y adelante".
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