En España existen 450.000 viviendas sin estrenar a la venta
En España hay casi medio millón de viviendas sin estrenar, de obra nueva, que nadie quiere comprar. La mayoría, previsiblemente, desocupadas al ser propiedad todavía del promotor y que fueron construidas durante los tiempos del furor inmobiliario de comienzos de siglo.
Una cifra que no deja de ser llamativa en un país con una fuerte escasez de oferta inmobiliaria que es incapaz de satisfacer la demanda, tal y como constató recientemente el Banco de España.
Así se desprende de los datos del stock de vivienda nueva sin vender que publica cada año el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. A 31 de diciembre de 2022, había un total de 444.546 casas que suponen un 1,7% del total del parque de vivienda de España, formado por 26 millones de inmuebles —la mayoría, primeras residencias—.
En España, existe una notable cantidad de viviendas nuevas, sin estrenar y en venta, que parecen no encontrar comprador. Estas viviendas, en su mayoría propiedad de los promotores, fueron construidas durante el auge inmobiliario de principios de siglo.
Esta cifra resulta llamativa en un país con una marcada escasez de oferta inmobiliaria que no logra satisfacer la demanda, tal como lo ha señalado recientemente el Banco de España.
Según los datos publicados anualmente por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a fecha 31 de diciembre de 2022, existían un total de 444,546 viviendas que aún no habían sido vendidas.
Estas viviendas representan el 1.7% del total del parque de viviendas en España, el cual está conformado por 26 millones de inmuebles, siendo la mayoría de ellos residencias principales.
En términos geográficos, gran parte de estas viviendas sin vender se encuentran en provincias costeras del Mediterráneo, como Alicante, Castellón, Murcia y Almería. La provincia con mayor número de viviendas nuevas sin vender es Madrid, con 48,124 inmuebles, seguida de Barcelona (46,053), Alicante (33,354), Castellón (23,486), Valencia (21,437), Toledo (20,717), Murcia (19,769), Santa Cruz de Tenerife (18,152), Almería (15,505) y Sevilla (14,787).
Sin embargo, en muchas de estas provincias, las viviendas sin estrenar que no logran vender representan una parte mínima de su parque inmobiliario. Por ejemplo, en las cuatro provincias más pobladas del país (Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla), apenas alcanzan el 2% del total de viviendas registradas.En cambio, en provincias como Castellón, Toledo o La Rioja, esta tasa roza el 5%.
El enorme volumen de viviendas nuevas sin salida ha sido un problema desde el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de la década de 2000. En 2009, se acumuló un máximo histórico de 649,780 inmuebles de este tipo después de varios años de frenesí en la construcción.
Desde entonces, el stock de viviendas nuevas en venta apenas ha disminuido un 32% en los últimos 14 años, logrando venderse alrededor de 205,000 viviendas. Además, en los últimos cinco años, el número de viviendas se ha estancado en alrededor de 450,000. Desde 2019, solo se han logrado vender 12,563 inmuebles, una reducción totalmente residual.
Resulta paradójico que en un país donde la vivienda es un problema primordial, al punto de que el Gobierno ha creado una Dirección General de Emergencia Habitacional, existan tantos inmuebles sin uso cuando hay una gran demanda.
En este sentido, un informe reciente del Banco de España plantea la hipótesis de que estas viviendas sin salida no se adaptan a la demanda actual, la cual está orientada hacia propiedades de mayor tamaño, con espacios abiertos y eficiencia energética. Además, hay que tener en cuenta que la proporción de estas viviendas en las grandes ciudades, donde los problemas de precios son más acuciantes, no parece ser significativa.
Dado que no se ha logrado dar salida a estas viviendas y que muchas de ellas provienen de la época de la burbuja inmobiliaria, es de esperar que la mayoría se encuentre desocupada. No obstante, no se puede afirmar con total certeza, ya que no existe una estadística oficial actualizada sobre viviendas vacías en España.
La última estadística publicada por el INE en 2011 registraba 3.4 millones de viviendas vacías, de las cuales 770,000 habían sido construidas entre 2002 y 2011, una cifra similar al stock de viviendas sin vender en ese último año (676,000), según el propio Ministerio de Transportes.
Sin embargo, el INE decidió no actualizar esta estadística debido a la falta de claridad en la definición de vivienda vacía. En su lugar, el instituto estadístico está trabajando en una nueva métrica basada en el consumo de energía, la cual se publicará próximamente.
Una cifra que no deja de ser llamativa en un país con una fuerte escasez de oferta inmobiliaria que es incapaz de satisfacer la demanda, tal y como constató recientemente el Banco de España.
Así se desprende de los datos del stock de vivienda nueva sin vender que publica cada año el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. A 31 de diciembre de 2022, había un total de 444.546 casas que suponen un 1,7% del total del parque de vivienda de España, formado por 26 millones de inmuebles —la mayoría, primeras residencias—.
En España, existe una notable cantidad de viviendas nuevas, sin estrenar y en venta, que parecen no encontrar comprador. Estas viviendas, en su mayoría propiedad de los promotores, fueron construidas durante el auge inmobiliario de principios de siglo.
Esta cifra resulta llamativa en un país con una marcada escasez de oferta inmobiliaria que no logra satisfacer la demanda, tal como lo ha señalado recientemente el Banco de España.
Según los datos publicados anualmente por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a fecha 31 de diciembre de 2022, existían un total de 444,546 viviendas que aún no habían sido vendidas.
Estas viviendas representan el 1.7% del total del parque de viviendas en España, el cual está conformado por 26 millones de inmuebles, siendo la mayoría de ellos residencias principales.
En términos geográficos, gran parte de estas viviendas sin vender se encuentran en provincias costeras del Mediterráneo, como Alicante, Castellón, Murcia y Almería. La provincia con mayor número de viviendas nuevas sin vender es Madrid, con 48,124 inmuebles, seguida de Barcelona (46,053), Alicante (33,354), Castellón (23,486), Valencia (21,437), Toledo (20,717), Murcia (19,769), Santa Cruz de Tenerife (18,152), Almería (15,505) y Sevilla (14,787).
Sin embargo, en muchas de estas provincias, las viviendas sin estrenar que no logran vender representan una parte mínima de su parque inmobiliario. Por ejemplo, en las cuatro provincias más pobladas del país (Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla), apenas alcanzan el 2% del total de viviendas registradas.En cambio, en provincias como Castellón, Toledo o La Rioja, esta tasa roza el 5%.
El enorme volumen de viviendas nuevas sin salida ha sido un problema desde el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de la década de 2000. En 2009, se acumuló un máximo histórico de 649,780 inmuebles de este tipo después de varios años de frenesí en la construcción.
Desde entonces, el stock de viviendas nuevas en venta apenas ha disminuido un 32% en los últimos 14 años, logrando venderse alrededor de 205,000 viviendas. Además, en los últimos cinco años, el número de viviendas se ha estancado en alrededor de 450,000. Desde 2019, solo se han logrado vender 12,563 inmuebles, una reducción totalmente residual.
Resulta paradójico que en un país donde la vivienda es un problema primordial, al punto de que el Gobierno ha creado una Dirección General de Emergencia Habitacional, existan tantos inmuebles sin uso cuando hay una gran demanda.
En este sentido, un informe reciente del Banco de España plantea la hipótesis de que estas viviendas sin salida no se adaptan a la demanda actual, la cual está orientada hacia propiedades de mayor tamaño, con espacios abiertos y eficiencia energética. Además, hay que tener en cuenta que la proporción de estas viviendas en las grandes ciudades, donde los problemas de precios son más acuciantes, no parece ser significativa.
Dado que no se ha logrado dar salida a estas viviendas y que muchas de ellas provienen de la época de la burbuja inmobiliaria, es de esperar que la mayoría se encuentre desocupada. No obstante, no se puede afirmar con total certeza, ya que no existe una estadística oficial actualizada sobre viviendas vacías en España.
La última estadística publicada por el INE en 2011 registraba 3.4 millones de viviendas vacías, de las cuales 770,000 habían sido construidas entre 2002 y 2011, una cifra similar al stock de viviendas sin vender en ese último año (676,000), según el propio Ministerio de Transportes.
Sin embargo, el INE decidió no actualizar esta estadística debido a la falta de claridad en la definición de vivienda vacía. En su lugar, el instituto estadístico está trabajando en una nueva métrica basada en el consumo de energía, la cual se publicará próximamente.
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