Los docentes dicen que cada vez hay más casos y el alumnado cree que se han reducido. (Foto:  Envato)

El 25% de los alumnos estuvo en un caso de acoso escolar

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Aproximadamente uno de cada cuatro estudiantes admite haber estado involucrado en situaciones de acoso escolar, según el estudio anual de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR sobre acoso escolar y ciberbullying.

A pesar de que los estudiantes perciben que el acoso escolar ha disminuido en comparación con el año anterior (solo uno de cada diez cree que hay alguien en su clase que sufre acoso escolar), un 23,3% reconoce haber participado, incluso sin intención, en situaciones de abuso.

La investigación, basada en la opinión de más de 9,000 estudiantes y 350 profesores de más de 200 centros educativos, muestra diferencias notables entre la percepción de los estudiantes y la de los docentes en lo que respecta al acoso escolar.

Cuando se les pregunta a los estudiantes si hay acoso escolar en su clase, solo el 11,8% responde afirmativamente. Este porcentaje es el más bajo desde que se comenzaron a recopilar datos en 2015 (cuando la percepción del acoso era del 50,1%), y representa una disminución de casi 13 puntos en comparación con el año anterior (24,4%).

Por otro lado, más de la mitad del profesorado (53,9%) ha tenido conocimiento de algún caso de acoso escolar o ciberacoso en su colegio, ocho puntos más que en el año escolar anterior (2021/2022).

Según la Fundación ANAR, esta diferencia se debe a una mayor sensibilización e involucración tanto de los profesores como de los alumnos, lo que resulta en una mayor detección de casos por parte de los docentes.

Además, las políticas implementadas por las instituciones educativas y los gobiernos, así como la realización de talleres y charlas informativas, también pueden estar contribuyendo a esta mayor conciencia.

Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, señala que aunque la percepción de los casos de acoso escolar está disminuyendo, esto no significa que el problema haya desaparecido por completo.

Los estudios indican que, en una clase de 30 estudiantes, todavía existen entre uno o dos casos de acoso escolar, lo que destaca la necesidad de continuar trabajando en la prevención y la lucha contra el acoso escolar.

Las formas más comunes de acoso escolar mencionadas por los estudiantes incluyen insultos, apodos y burlas (88,1%), seguidos del aislamiento (31,4%) y la difusión de rumores (25,9%). Aunque las diferencias entre la enseñanza primaria y secundaria no son significativas, se observa que en la primaria, los agresores tienden a recurrir más a golpes y patadas.

En general, se ha producido una disminución en todos los tipos de agresión en comparación con años anteriores, especialmente en la difusión de rumores (-21 puntos) y las agresiones físicas (-19,4 puntos).

Benjamín Ballesteros, director técnico de ANAR, enfatiza la gravedad de las consecuencias del acoso psicológico, que pueden incluir una baja autoestima, dificultades para relacionarse con los demás, ansiedad, agresividad, autolesiones e incluso pensamientos suicidas en las víctimas.

En cuanto a las razones detrás del acoso, los motivos más comunes según los estudiantes son el aspecto físico (63,6%) y las acciones o palabras de la víctima (56%). En tercer lugar, se mencionan la cultura, raza o religión (27,1%), así como la higiene personal (25,1%). Según los profesores, los factores determinantes para que se produzca el acoso incluyen la presión de los amigos, el uso inapropiado de las redes sociales, la normalización de la violencia y la falta de respeto hacia las diferencias.
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