Alcanar, Cambrils, Ripoll y Barcelona, enigmas para Mossos y Guardia Civil

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Lo único que se sabe es la importancia de un grupo o comando terrorista muy amplio, con capacidad de utilizar armas muy diversas e improvisar rápidas acciones tras el fallo que llevó a la explosión del zulo en el que guardaban y manipulaban explosivos en Alcanar (Tarragona).

En principio se se trata de una célula terrorista de doce personas que utilizó varios vehículos y armas blancas habiendo llegado a almacenar decenas de bombonas de gas. Su explosión por un error redujo a escombros su cuartel general. El estallido mostró la encvergadura del atentado que preparaban. Este grupo, como sucedió en Londres, empleó falsos cinturones explosivos para poder atacar y huir creando pánico e intimidando.



Alcanar, Cambrils, Ripoll y Barcelona han mostrado un plan terrorista complejo y letal, largamente planificado, que obliga a las autoridades de todos los niveles (Barcelona, Cataluña, España y Europa) a máxima eficacia  y coordinación.

Los enigmas están abiertos:

- Qué sucedió en Alcanar y si la reacción a la explosión del  fue la acertada.

- Si se valoró la extraña acumulación de bombonas de gas y se identificaron las identidades pensando en las ramificaciones de un atentado.

- Hubo rápida actuación en Cambrils frente a un segundo ataque terrorista. Un plan B ha existido en París y Bruselas para golpear sobre el dolor del primer mazazo. ¿Qué terroristas murieron?

- Es un misterio aún la identidad del terrorista que organizó el plan de la casa de Alcanar, así como el verdadero conductor de la furgoneta de Las Ramblas.

- Se mantiene como incógnita si la célula o red de células se comenzó a construir en Ripoll.

- Permanece como misterio el rol de las mezquitas y de Facebook para radicalizar a jóvenes marroquíes en Cataluña.

Es indidable que, en el plano policial, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y todos los cuerpos de seguridad se enfrentan a una prueba de esfuerzo de la que tiene que resultar una actuación eficaz y coordinada. Todos los servicios policiales y antiterroristas tiene necesariamente que sumar. Nadie puede restar. Si no es así, difícilmente se podría comprender por la opinión pública
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