Luisa Ortega se refugia en Colombia y denuncia trama de Maduro y Odebrecht
Conocidos todos los detalles de la huída de Venezuela a Colombia de la fiscal general Luisa Ortega Díaz y su esposo, el diputado Germán Ferrer.
Luisa Ortega Díaz nunca aceptó su destitución. En el momento de su fuga, reveló la cuestión de fondo de la persecución que sufría por Nicolás Maduro y el chavismo radical. Tiene todas las pruebas de la implicación de lleno de Nicolás Maduro y su familia en la corrupción de la constructora Odebrecht, así como de los sobornos a altos funcionarios. Su exilio debilita ahora en Caracas a las filas del chavismo crítico. Ha sido inevitable.
La fiscal preparó su fuga con un plan mediático. En el mismo momento en que abandonaba Venezuela, se conocía en la ciudad mexicana de Puebla, en la reunión con fiscales de América Latina, la denuncia de la implicación de Nicolás Maduro en la trama Odebrecht y los sobornos a altos funcionarios del chavismo.
El plan de fuga supuso la huída en lancha, a través del mar Caribe, desde la península venezolana de Paraguaná a la isla de Aruba. Un vuelo privado la trasladó de ABC (Aruba, Bonaire, Curaçao), las Antillas holandesas, al aeropuerto de El Dorado de Bogotá. Allí llegó junto a su esposo. el diputado oficialista Germán Ferrer, y otras dos personas qde su equipo y confianza, Gioconda del Carmen González ,y el fiscal anticorrupción Arturo Vilar.
La situación de Luisa Ortega era insostenible. Estaba a punto de convertirse ella y su marido en nuevos presos políticos del chavismo. Se habían asaltado sus oficinas, su vivienda particular, su marido no tenía inmunidad parlamentaria y a ella se la había acusado burdamente de exigir dinero a delincuentes para archivar sus casos.
Luisa Ortega ha revelado una situación bien diferente. La fiscal general cuenta con toda la información de los sobornos de Odebrecht y de la implicación directa de Nicolás Maduro. Pudo huir de Venezuela en un momento de caos político. Contó con manos amigas para escapar a Aruba y también para poder viajar en un vuelo privado hasta el aeropuerto de El Dorado.
Colombia se sitúa así en escenario de denuncia de una Venezuela en derrumbe, destrucción, caos político y graves violaciones de derechos humanos. Juan Manuel Santos se convirtió de estrecho aliado de Nicolás Maduro, por contribuir al proceso de paz en Colombia, a exigenmte critico para el retorno de las instituciones republicanas a Venezuela.
Luisa Ortega Díaz nunca aceptó su destitución. En el momento de su fuga, reveló la cuestión de fondo de la persecución que sufría por Nicolás Maduro y el chavismo radical. Tiene todas las pruebas de la implicación de lleno de Nicolás Maduro y su familia en la corrupción de la constructora Odebrecht, así como de los sobornos a altos funcionarios. Su exilio debilita ahora en Caracas a las filas del chavismo crítico. Ha sido inevitable.
La fiscal preparó su fuga con un plan mediático. En el mismo momento en que abandonaba Venezuela, se conocía en la ciudad mexicana de Puebla, en la reunión con fiscales de América Latina, la denuncia de la implicación de Nicolás Maduro en la trama Odebrecht y los sobornos a altos funcionarios del chavismo.
El plan de fuga supuso la huída en lancha, a través del mar Caribe, desde la península venezolana de Paraguaná a la isla de Aruba. Un vuelo privado la trasladó de ABC (Aruba, Bonaire, Curaçao), las Antillas holandesas, al aeropuerto de El Dorado de Bogotá. Allí llegó junto a su esposo. el diputado oficialista Germán Ferrer, y otras dos personas qde su equipo y confianza, Gioconda del Carmen González ,y el fiscal anticorrupción Arturo Vilar.
La situación de Luisa Ortega era insostenible. Estaba a punto de convertirse ella y su marido en nuevos presos políticos del chavismo. Se habían asaltado sus oficinas, su vivienda particular, su marido no tenía inmunidad parlamentaria y a ella se la había acusado burdamente de exigir dinero a delincuentes para archivar sus casos.
Luisa Ortega ha revelado una situación bien diferente. La fiscal general cuenta con toda la información de los sobornos de Odebrecht y de la implicación directa de Nicolás Maduro. Pudo huir de Venezuela en un momento de caos político. Contó con manos amigas para escapar a Aruba y también para poder viajar en un vuelo privado hasta el aeropuerto de El Dorado.
Colombia se sitúa así en escenario de denuncia de una Venezuela en derrumbe, destrucción, caos político y graves violaciones de derechos humanos. Juan Manuel Santos se convirtió de estrecho aliado de Nicolás Maduro, por contribuir al proceso de paz en Colombia, a exigenmte critico para el retorno de las instituciones republicanas a Venezuela.
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