Macron advierte a Johnson sobre lo esencial de la cuestión irlandesa

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El tiempo se acabó. Emmanuel Macron fue correcto pero duro, por no decir implacable, con Boris Johnson antes de la cumbre del G7 y los contactos que se celebren en Biarritz.



Emmanuel Macron subrayó ante Boris Johnson la salvaguarda irlandesa del Brexit que consideró indispensable para la estabilidad de Irlanda del Norte y la integridad del mercado único europeo. Reunión en el Palacio del Elíseo, dos días de la cumbre del Grupo de los Siete (G7), que tiene lugar del sabado 24 al lunes 26 de agosto en Biarritz (Francia). Primer encuentro cara a cara entre Macron y Johnson desde que asumió el cargo de primer ministro el pasado 24 de julio, aunque los dos líderes habían hablado antes por teléfono.



El presidente de Francia dejó al costado con firmeza el eventual escenario de una renegociación del acuerdo del Brexit, acordado por la ex primera ministra británica Theresa May, antecesora de Johnson. "Voy a ser muy claro: En el próximo mes no vamos a encontrar un nuevo acuerdo de retirada que esté lejos de las bases ya negociadas", subrayó Macron. Recordo, y recalcó además, que fueron los británicos los que decidieron en referéndum abandonar la Unión Europea

La salvaguarda irlandesa, a la que se opone Johnson, es la cuestión más compleja del Brexit. Cómo preservar la frontera invisible entre las dos Irlandas y evitar la instalación de puestos aduaneros y de vigilancia tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

La Comisión Europea considera que esta salvaguarda permite proteger los acuerdos de paz del Viernes Santo que pusieron fin a la violencia en Irlanda, preservar la integridad del mercado único y respetar la integridad del Reino Unido.  Boris Johnson insiste en que la Comisión Europea suprima el backstop. Insiste en que esta cláusula puede situar al Reino Unido en la unión aduanera europea e impedirle tener una política comercial independiente.

Macron dijo que la salvaguardia irlandesa es un "elemento clave" que aporta "garantías indispensables" para la preservación de la estabilidad en Irlanda y la integridad del mercado único europeo. Johnson mantuvo que entiende el afán de los europeos por proteger el mercado único, pero insistió que todavía hay tiempo suficiente para "encontrar una solución en la frontera".

Ninguna duda hay ya de que Reino Unido abandonará la Unión Europea el jueves 31 de octubre con o sin acuerdo. Pero el gran enigma sobre el que nadie desvela nada se centra en lo que sucederá entre Irlanda e Irlanda del Norte. Si el Reino Unido levanta una frontera controlada por el Ejército, un muy grave choque político y económico sería inevitable.
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