Pedro Sánchez en su encuentro en Badajoz-Elbas con António Costa el miércoles 1. (Foto: @CasaReal)

Sánchez, un cobarde gesto de evitar el funeral en La Almudena

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Un gesto que retrata exactamente la personalidad de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno evitó de forma expresa el dilema de asistir junto al Rey Felipe VI y la Reina Letizia al solemne acto religioso (de respeto y oración) en la Catedral de La Almudena de Madrid por todas las victimas de la pandemia. Una misa por los 45.000 fallecidos que se ha negado además a reconocer La Moncloa.

En iniciativa de cobardía moral, por miedo a ser pitado e increpado por dejadez e irresponsabilidad, Pedro Sánchez rechazó asistir al acto de este lunes en la Catedral de La Almudena. El Rey y la Reina confrmaron en cambio su asistencia en gesto de respeto, consuelo y dolor con el enorme sufrimiento de miles de familias que no han podido además velar y acompañar a sus seres queridos.

De nueva La Moncloa -un eficaz aparato de propaganda- improvisó un encuentro en Lisboa este lunes 6 de Pedro Sánchez con el primer ministro de Portugal, António Costa, para lucirlo como coartada en lo que es un feo gesto de plantón con la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Iglesia en España, y las familias de las víctimas de la pandemia.

Al margen de sentimientos personales -agnóstico, ateo o católico no practicante- Pedro Sánchez no valoró que es el presidente del Gobierno de todos los españoles (le hayan votado o no) y que en España tienen un peso especial y proyección los valores cristianos más allá de la confesión católica y las prácticas religiosas.



El viaje de Pedro Sánchez a Lisboa de este lunes 6 es además innecesario. Se traslada para un almuerzo de trabajo y una conferencia de prensa posterior. Todo calculado reloj en mano para no estar en Madrid a las 20.00 de la tarde, momento del funeral. Hay que recordar que hace solo unos días Sánchez celebró un encuentro con Costa en el acto solemne de reapertura de fronteras entre España y Portugal. Verá de nuevo además a Costa los días 17 y 18 de julio en el importante Consejo Europeo en Bruselas.



El funeral de este lunes es oficiado por el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española. Cuenta también con la presencia de Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal.

Sin duda una falta de respeto, tacto, elegancia y solidaridad el no estar presente en un acto importante y significativo que reconfortará a muchas familias.
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