Forcejeo de Salvini con Conte en horas de angustia en el Open Arms

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El buque Open Arms en aguas italianas frente a la isla de Lampedusa. Los gobiernos de coordinación de la Unión Europea ante esta crisis (España, Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumanía) en contacto con las autoridades italianas para acoger a los migrantes y refugiados una vez hayan desembarcado.



Mientras tanto en Italia un abierto forcejeo político. El primer ministro, Giuseppe Conte, publicó una carta abierta al que considera responsable del cierre de puertos, Matteo Salvini, en la que le criticaba por su “enésima” deslealtad política.

Conte rechazó su “obsesión” para enfrentar el tema de la inmigración, reduciéndolo a una “fórmula de puertos cerrados”. Acusó al ministro del Interior de “ cooperación desleal ... que no puedo aceptar “.

Salvini respondió en una conferencia de prensa de que estaba “orgulloso” de su “obsesión”, diciendo que está decidido a mantener a Italia segura y sus fronteras ya que “eso es por lo que los ciudadanos italianos me pagan”. “Esperaría un ‘gracias’, no un seguimiento con insultos”, señaló.

En Facebook señaló que la humanidad “no significa ayudar a los traficantes y a las ONG”. “Es gracias a este supuesto concepto de “humanidad” que durante los años de los gobiernos del Partido Demócrata, Italia se ha convertido en el campo de refugiados de Europa. Para mí, la humanidad significa invertir seriamente en África, no abrir los puertos italianos”.

Un ambiente de ansiedad

Por su parte Pedro Sánchez rectificó catorce días después. No quiso liderar ante la Unión Europea la operación de reparto de los 147 inmigrantes abandonados en el Mediterráneo en búsqueda de un puerto seguro como Italia o Malta. Pero acepta acoger a inmigrantes en un plan en el que colaboran Francia, Portugal, Alemania, Rumania y Luxemburgo.

La ONG española Open Arms anunció a través de Twitter que cinco personas han sido evacuadas por causas psicológicas a Lampedusa, junto a sus acompañantes. Se trata de la quinta evacuación en 14 días.

La organización precisó que había pedido la evacuación de todos los náufragos por causas psicológicas, pero con carácter urgente para cinco de ellos (tres adultos y dos niños) junto a sus acompañantes: en el caso de los menores sus primas, en el de un hombre su mujer y en el de una un mujer su marido, más otro hombre solo.

Asimismo, la ONG ha explicado que miembros de la Guardia di Finanza, de la Guardia Costera italiana y un equipo médico oficial accedieron a la embarcación para analizar la documentación de la nave y los informes médicos en los que se basa para pedir el desembarco de los 147 rescatados.
Según explicó el fundador de la organización, Òscar Camps, las dos semanas a la deriva han dejado mella en los náufragos, muchos de los cuales están sometidos a mucho estrés y “problemas muy serios”, mientras la tripulación trata de evitar “intentos de suicidio” y episodios de “violencia”.
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